Setecientos millones de personas en el mundo, el doble de las personas que viven en los Estados Unidos, están desnutridas, según Catholic Relief Services, la agencia de ayuda de la Conferencia Episcopal de EE.UU.
El hambre se está convirtiendo cada vez más en un problema; y, en algunas regiones del mundo, la inseguridad alimentaria se está evolucionando rápidamente a condiciones similares a las de la hambruna.
Al mismo tiempo, la financiación internacional para brindar ayuda, para este y otros problemas humanitarios, está luchando por mantenerse al día.
Martin Griffiths, subsecretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU y coordinador del socorro de emergencia, que coordina la ayuda humanitaria a través de las agencias mundiales de refugiados, salud, alimentos y niños, dijo esta semana que la ONU se enfrenta a “la mayor brecha de financiación que jamás hayamos visto, principalmente porque la cantidad de personas vulnerables que necesitan apoyo está aumentando rápidamente”.
Griffiths dijo que las agencias de la ONU y los grupos privados con los que trabajan necesitan $ 48,7 mil millones en 2022 para ayudar a más de 200 millones de personas necesitadas, pero han recaudado menos de un tercio de eso.
Ucrania sí, ¿África no?
Como resultado, los campamentos para refugiados sirios en el norte de Irak han tenido que interrumpir el acceso al agua potable, el saneamiento y la electricidad. Las personas obligadas a abandonar sus hogares en la República Democrática del Congo no tienen refugio ni herramientas básicas como pesca o aparejos agrícolas.
En Sudán del Sur, no habrá escuela secundaria este otoño para algunos niños refugiados. Y en Etiopía, unos 750.000 refugiados corren el riesgo de no tener alimentos para octubre.
Pero un área del mundo que parece estar recibiendo las donaciones necesarias es Ucrania, donde la guerra ahora de seis meses con Rusia ha provocado miles de muertes de civiles, una gran cantidad de daños estructurales y la mayor crisis de refugiados europeos desde la Segunda Guerra Mundial.
"La oficina humanitaria de la ONU ha pedido más de 6.000 millones de dólares este año específicamente para ayudar a los ucranianos; tanto a los refugiados que han huido del país como a los que aún están dentro de él. Su primera apelación en Ucrania recaudó más de la cantidad solicitada, y la segunda está en camino de ser totalmente financiada", informó el New York Times.
Compare eso con los niveles de financiación para la ayuda humanitaria en otros países: Haití, 11%; El Salvador, 12%; Burundi, 14%; Birmania, 17%; Etiopía, 34%; Yemen, 42%.
Hambre severa
La financiación será especialmente importante en el Cuerno de África, donde cuatro años de sequía han impedido gravemente la capacidad de la gente para cultivar. Las agencias de la ONU advierten que el hambre severa se está deslizando hacia condiciones similares a la hambruna allí.
“El Programa Mundial de Alimentos informa que hasta 22 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia se enfrentan al hambre severa. Dice que el hambre y la muerte de millones de cabezas de ganado han obligado a más de 7 millones de personas a abandonar sus hogares en busca de alimentos, agua y pastos para su ganado”, informó Voice of America.
Somalia está particularmente en peligro, y el director regional del PMA para África Oriental, Michael Dunford, dijo que allí existe “un riesgo real de hambruna”.
“Aún no se ha declarado, pero ya hay más de 200.000 personas en condiciones de hambruna, niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, con otros 1,4 [millones] al límite”, dijo Dunford. “Entonces, a menos que podamos continuar abogando por recaudar fondos, para ampliar nuestras operaciones, entonces tendremos, me temo, una hambruna con la que lidiar”.
Afortunadamente, los llamamientos humanitarios de la ONU para Somalia se han financiado hasta ahora para 2022 en un 79 %.
Tragedia humana en ciernes
Al abordar la crisis, el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John, en una declaración el 19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, dijo que el mundo se enfrenta a una tragedia humana en la que "las personas están perdiendo su derecho a vivir como seres humanos dignos".
"Nos hacemos eco y apoyamos el grito incesante del Papa Francisco pidiendo una ecología integral como solución a la crisis humanitaria que enfrenta nuestro mundo", dijo John. "Esta es la única salida a esta crisis".
Instó a los líderes políticos a trabajar para mitigar el impacto negativo del cambio climático; que, dijo, es una de las principales causas de las crisis humanitarias; y para promover la paz y la reconciliación a nivel comunitario.
"La solidaridad universal y el compromiso con la causa humana con voluntad política solidaria es la única manera de reducir el incalculable sufrimiento humano de los más vulnerables".
