Fray Ángel Ramón Serrano es un religioso franciscano, originario de Ciudad Real, que forma parte de la comunidad del Monasterio Santo Espíritu de Gilet, en Valencia. Se encarga, desde hace años, de dar de comer al resto de frailes y cocinar el menú que ofrece la hospedería.
Un proyecto que nace con la pandemia
Tras la progresiva desaparición de las restricciones por el coronavirus, la hospedería está funcionando mejor que nunca. Ahora bien, gracias a Internet, ahora ya no llegan a cientos de personas (como originariamente pensaban los frailes)… sino a cientos de miles.
Desde entonces, acumula la impresionante cifra de 28 millones de visualizaciones en su canal de YouTube, que cuenta con cerca de 300 mil personas suscritas. No solo sorprende la cantidad, sino también la repercusión, más allá incluso de España, en países como México, Perú o Argentina. En este último país se están retransmitiendo las recetas en una televisión local.
El secreto de su éxito
Quizás parte del éxito se debe a que todos los platos son sencillos. Son las recetas de los conventos, que recogen la cocina de nuestras casas de toda la vida: recetas de legumbres, sopas, arroces, cosas así….
Recetas sencillas con pocos ingredientes o ingredientes que están muy a mano de todos, de temporada. Se hace la boca agua con recetas, como caldo de pollo casero, arroz al horno, croquetas de bacalao, gachas manchegas, pollo al chilindrón o una sopa castellana.
Hay que hacer una mención especial a sus postres, donde se puede ver cómo hacer flores dulces, pestiños, magdalenas conventuales, arroz con leche o un bizcocho de naranja y chocolate. Porque si en este convento es imprescindible dar alimento al alma, también lo es el alimento para el cuerpo.
Comida sencilla
La comida en los monasterios o conventos se pone en la mesa a su hora, y fuera de eso no hay más. Y como es una comida sencilla, la mayoría de los días es un plato de cuchara, y luego alguna fruta y poco más. Y eso que no paran ni un minuto.
Al amanecer todos tienen que estar en la iglesia del convento para rezar las alabanzas, y después cada uno ya se ocupa de sus funciones hasta la una y media, que llega la hora de la comida.
Por la tarde, vuelven a sus respectivos trabajos hasta que regresan a la iglesia por un tiempo prolongado. Primero con oración en silencio, y luego comunitaria, después comparten el tiempo, viendo el telediario y comentando noticias y demás, y a la cama. Una vida sencilla, pero ordenada.
En esta hospedería franciscana, hasta cien comensales se han sentado a la mesa de fray Ángel en época prepandémica. Porque además de los hermanos de la congregación y los residentes de la hospedería, también hay muchos que tienen fe en la buena mano de este franciscano.
No es un restaurante al uso en el que tú te sientas y hay una carta. La gente viene sin saber lo que va a hacer de comer. Tienen la confianza de que van a comer bien.
En esto de la modernización de sus servicios, también están a la última. Y se han sumado al delivery. Eso sí, no hacen repartos. Pero sí reciben encargos para recoger en el convento.
El éxito de sus recetas ha tenido buena acogida en la congregación, están muy contentos, porque de este el convento de Santo Espíritu ha logrado una irradiación inesperada, se conoce por todos los rincones. De la noche a la mañana ha aumentado el número de personas que van a visitarlos con la intención de conocer el lugar y la cocina de fray Ángel.
"Las recetas de fray Ángel" y su canal de YouTube
Fray Ángel Ramón ha escrito un libro donde aglutina sus recetas más populares, «Las recetas de fray Ángel", recetas sencillas, con ingredientes de temporada y con historia, que nos hace ver que con poco se hace mucho.
Fray Ángel, en su libro, explica los pasos a seguir para conseguir platos ricos, fáciles y vinculados a la naturaleza, desde el propio huerto y corral de aves del monasterio. El libro, que edita Up Words Media, ya se puede encontrar en librerías y puntos de venta digitales.
En su canal de YouTube, fray Ángel elabora todos los lunes una receta tradicional que enlaza las costumbres gastronómicas conventuales con las propias de la cocina hispana, en un estilo sobrio en el que destaca el aprovechamiento, la economía, y el respeto por las estaciones y sus productos; sin duda, todo un alarde del espíritu de la orden franciscana aplicado al comer.
Merece la pena hacer la excursión inversa y visitar el convento de Santo Espíritu, en la sierra norte de Valencia, situado en mitad de la montaña, en el parque natural de la sierra Calderona; el pulmón verde de Valencia.
Un lugar especial en el que resulta muy difícil no reconfortar el alma y el estómago. No es de extrañar que en el mandilón de fray Ángel, leamos la célebre frase de Santa Teresa de Jesús: «También entre los pucheros anda el Señor».