¿Cuántas horas rezas al día? “Vaya pregunta me haces Claudio” -seguro pensarás-. “Si apenas tengo tiempo para trabajar, cuidar de los niños, ayudar en la casa”.
Debes saberlo, sin la oración estamos perdidos. Así de sencillo. El Padre Pío solía decir que la oración es la llave que abre el Corazón de Dios.
Imagina la cantidad de gracias que recibes con la oración. Sabiendo esto es de vital importancia hacer un pequeño examen de conciencia y preguntarnos si somos constantes en la oración.
Confianza, oración, perseverancia
Un joven dejó este mensaje en las redes sociales: “Fui a ver a Jesús en el Sagrario. Lloré como un niño ante su presencia y sentí que salía igual, llorando. ¿Por qué?”
Tres palabras que llegan a mi mente: “confianza”, “oración” y “perseverancia”.
La oración, la confianza y la perseverancia forman parte de mi vida diaria. A mí me gusta mucho hacer el ofrecimientos de obras cada mañana.
"Señor, te ofrezco todo o que haga en este día, por el bien de mi alma y de los pobres pecadores. Te pido que conviertas mi trabajo en una oración grata a ti".
Sé que por tantas ocupaciones no podré dedicar el tiempo que me gustaría a la oración, y permanecer en la presencia de Dios a lo largo del día.
De esta forma puedo trabajar tranquilo sabiendo que todo lo que haga Dios, por su inmensa bondad lo convertirá en oración.
Todo el día en oración
Es posible de esta forma cumplir este mandato de las Sagradas Escrituras.
Me gusta mucho dedicar tiempo a la oración antes de sentarme a escribirte estos artículos. Pido a Dios que me ayude, me ilumine y me permita escribir las palabras que a Él le agraden. Piénsalo...
La importancia de la fe
La Biblia está llenas de versículos que nos hablan de la oración, la confianza en Dios, la fe y su importancia en nuestras vidas.
La pregunta de la Madre Teresa de Calcuta
Me hicieron llegar para leer una nota bellísima sobre el encuentro de un arzobispo con la Madre Teresa de Calcuta. Pensó en un largo diálogo entre la Madre Teresa y él, pero la pregunta fue solo una. Cuenta su historia….
Ella me miró con dos ojos límpidos y penetrantes. Luego me dijo: “¿Cuántas horas reza por día?”.
Entre tantas preguntas que pensó recibir de aquella santa mujer ésta lo dejó pasmado. La madre Teresa ante su mirada de asombro le explicó:
¿Cuánto rezas?
¿Eres sacerdote, obispo,, religiosa, fraile, laico, catequista, esposa, esposo, taxista, profesor, médico abogado, enfermera…? Ahora te haré a ti la misma pregunta. Sé sincero al responder.
– ¿Cuántas horas rezas por día?
Esforcémonos en mejorar nuestra relación con el buen Dios, orando con mayor fervor, confiando, haciendo el bien.