Estoy rodeada de gente maravillosa, gente excepcional con la que aprendo cosas nuevas todos los días. Familias volcadas en la educación y en el bienestar de sus hijos. Padres que estos días participan en las fiestas de Halloween, esperando que sus hijos disfruten como hacían los protagonistas de las series estadounidenses que tanto habían visto en la pequeña pantalla.
Disfraces, misterio y chuches. No se podía pedir más. Así que entiendo perfectamente a esos padres bienintencionados, y a ellos les quiero explicar todo lo que implica esta fiesta para un católico.
Samhain es un dios celta de la muerte, con cuernos y patas de cabra, para el cual los druidas realizaban sacrificios humanos.
Voy a citar palabras textuales de un artículo de ABC:
La santidad gana
Y aquí me tienes, en octubre de 2022: una católica preocupada porque sus hijos sueñen con el Cielo, y porque su hashtag vital sea #holywins, "la santidad gana", en medio de gente maravillosa cuya intención es celebrar la fiesta de Samhain, la fiesta de ese dios celta al que le gustaban tanto los sacrificios humanos.
¿Qué hacer? Hace unos años, optaba por no ir, ya que no era una fiesta que nosotros tuviésemos que celebrar, así que escogía la salida silenciosa de quedarnos en casa.
Sin embargo, este año he optado por algo distinto: mis niños han ido como "el equipo de San Miguel".
San Miguel es el terror de los demonios
Why not? Las razones para ello:
1º) Si alguien encaja en el ambiente de esa fiesta con temática terrorífica es él, "el terror de los demonios". No hay película de terror que se precie que no lo nombre o muestre su imagen.
2º) Conseguir que nuestra tradición cristiana siga viva de una forma empática. Me explico. La fiesta de Samhain la organizan desde la mesa de normalización lingüística de los colegios, es decir, es un medio para motivar al uso de la lengua y la cultura gallega. Animan a sustituir las tradiciones cristianas por las paganas de origen celta y, de paso, marcar diferencias con el resto de España. Espero que mis pequeños miembros del equipo de san Miguel, galleguiños de pura cepa, le saquen una sonrisa a la directora de la mesa de normalización lingüística de nuestro colegio al verlos disfrazados.
3º) Dar visibilidad a San Miguel. Que compañeros, profesores del colegio de mis peques o lectores de Aleteia sepan que, en caso de una sensación de agobio, o de una tentación muy grande, la mejor ayuda es este arcángel, san Miguel.
El impactante testimonio de una famosa
Quiero contar una anécdota que tiene María Vallejo-Nágera con San Miguel.
La autora católica tuvo un grave accidente a caballo. María, y la yegua que montaba, resbalaron por un precipicio, con el terrible desenlace de la yegua cayendo encima de María.
La llevaron rápidamente al hospital en helicóptero y, entretanto, a unas monjitas que estaban rezando por ella se les apareció el arcángel San Miguel.
Le imploraron que cuidase a María. San Miguel respondió que sí: "¡Cómo no iba a cuidarla si le había puesto en la portada de su libro!" Milagrosamente, María salió ilesa de ese terrible accidente. Y, efectivamente, María Vallejo-Nágera había puesto, en la portada de su libro "Entre el cielo y la tierra'", al arcángel San Miguel.
San Miguel, yo no te he puesto en la portada de mis libros, pero sí quiero ponerte en la portada de nuestra familia, y que seas la coraza de mis hijos, en la fiesta de hoy, y todos los días de su vida.
Nos encomendamos a San Miguel. Why not?