La asociación Alma nació de la voluntad de cinco jóvenes, de entre 23 y 25 años, convencidas de la belleza de la feminidad y de la importancia, para las adolescentes, de tomar conciencia de ella.
En septiembre de 2021 crearon su asociación con el objetivo de transmitir este tesoro a jóvenes de 14 a 17 años. ¿Su sueño? Acompañarlas, a través de fines de semana de entrenamiento, en el descubrimiento de su cuerpo, sus talentos y su especificidad.
Entre las cinco fundadoras de Alma, tres fueron juntas líderes de guías de Europa en los suburbios parisinos.
Todo comenzó con esta experiencia. Los dirigentes habían invitado a los guías a discutir un texto de Guy de Larigaudie sobre la mujer. Y una joven señaló que el texto en cuestión era "sexista" porque diferenciaba entre hombres y mujeres.
"Nos dimos cuenta de cuánto la generación de nuestras guías, aunque no tan alejada de la nuestra, estaba sumida en los debates actuales sobre identidad, hasta el punto de cuestionar nociones fundamentales", confiesa a Aleteia Philippine Casanova, de 23 años, una de las jóvenes impulsoras del proyecto.
"Entre mi adolescencia y la de mis guías hubo una profunda evolución en la sociedad. La cuestión de la identidad ha sido socavada: hoy, la sociedad pregunta a las chicas de 14 años lo que son, y en primer lugar si son hombres o si son mujeres".
Ante estas preguntas a veces las adolescentes se encuentran impotentes, incluso trastornadas en su intimidad. No necesariamente tienen las claves para responder y encontrar su lugar.
"Hay un problema real sobre estas cuestiones de identidad que afecta a toda una nueva generación. Una necesidad de simplicidad y también de conexión con la realidad. Los debates identitarios logran arraigarse porque están desconectados de la realidad. Volver a la realidad, al cuerpo, es ya una primera clave para definirse", subraya la joven.
Un movimiento inspirado en el escultismo
Tres años después de esta experiencia como líderes de guías, fuertes en sus reflexiones sobre la feminidad y enriquecidas por numerosos encuentros con miembros de Cycloshow , Teenstar y Graine de Femme en particular, las jóvenes se están formando y organizando.
Junto con otras dos amigas, las cinco fundadoras de Alma provienen de diferentes entornos pero están todas unidas por este deseo común de descubrir la belleza de la feminidad.
Philippine es estudiante de ciencias políticas, las otras son enfermeras, estilistas, gerentes de recursos humanos y una estudiante de filosofía
Asociación Alma
Tras el éxito de la primera sesión, ahora forman y coordinan una veintena de animadoras, de 22 a 27 años, responsables de organizar los fines de semana en París y Lyon.
Formar jóvenes por jóvenes, una intuición inspirada en el escultismo, permite construir relaciones de confianza e intercambiar testimonios entre mujeres jóvenes de una misma generación.
Cada mujer es única y hermosa
"A través de actividades concretas, lecciones, momentos de discusión, queremos dar confianza a las adolescentes para que vivan e irradien su feminidad todos los días", explica Philippine Casanova.
Para lograrlo, Alma se basa en tres pilares fundamentales: descubrirse a una misma (conocer su cuerpo, comprender sus deseos profundos y aprender el ritmo de su ciclo), estimarse a sí misma (mirar con benevolencia su cuerpo, sus emociones, su carácter, su pasado…) y realizarse (cuidar su belleza e irradiar).
Un vasto programa para estas mujeres en ciernes, llamadas a ser quienes realmente son, cumpliendo sus anhelos más profundos.
Este es precisamente el significado de la palabra latina "alma", que significa "muchacha joven", pero que también evoca, según un uso en el campo de la agricultura, realización, fertilidad.
El nombre "Alma" es también un discreto guiño a la Virgen María, confiesa Philippine Casanova. En efecto, evoca el Alma Redemptoris Mater, la Madre del Redentor, la Santísima Virgen María.
La dimensión cristiana es importante para las fundadoras de la asociación: florecer es también crecer en la fe.
Por eso los fines de semana también incluyen momentos de oración y misa. La oportunidad de aprender a acoger la mirada llena de amor de Jesús sobre cada una de sus criaturas.
Las jóvenes, por tanto, están llamadas a descubrir a Aquel que las ha creado y que las ama desde toda la eternidad.