Ángela Álvarez logró el Grammy Latino a sus 95 años. Esta fue su dedicatoria:
"A Dios y a mi patria querida, Cuba, que nunca la podré olvidar, y también a aquellos que no han realizado su sueño. Aunque la vida es difícil, siempre hay una salida y con fe y amor lo pueden lograr. Se lo prometo, que nunca es tarde. Los amo a todos y que Dios me los bendiga."
"¿Qué es la nueva música?, ¿qué importa la edad? Lo que prevalece es la honestidad y hacer sentir", continuó.
Recordó también en sus palabras a su hija fallecida, Marucha, y se dirigió con emoción a su nieto y productor. Leyendo su historia, se comprenden sus palabras.
Este es el momento en que Ángela Álvarez recogió el galardón:
Nuestra protagonista ha confesado que la pasión por la música la tenía desde que era pequeña, cuando cantaba en las reuniones familiares con sus tías en su Cuba natal. Luego aprendió a tocar la guitarra y con 15 años empezó a componer sus propias canciones.
Soñaba con dedicarse a la música
Así que Ángela comenzó a soñar con dedicarse a la música, pero se encontró con la oposición de su padre que le aconsejó: "No. Tú canta pa’la familia, pero no pa’l mundo".
Como ella quería tanto a su padre, trató de que ese sueño se le borrara de la mente, pero "siempre quedó un lugarcito en mi corazón que no podía olvidarlo", comenta Álvarez sin resentimiento.
Colocó su sueño en segundo plano y encontró la felicidad en su matrimonio y en su familia: tuvo cuatro hijos -una de sus hijas murió de cáncer-, y hoy es abuela de nueve y bisabuela de quince.
Descubrimiento de su nieto
Sin embargo, no se olvidó de la música. Siguió cantando y componiendo canciones que transcribía en unos cuadernos. Lo hacía cada vez que algo le emocionaba. Entonces sentía el deseo de decir y plasmar sus sentimientos en forma de emotivos boleros.
Ella reconoce que su capacidad de componer es un regalo de Dios y en ocasiones se sorprende porque no le cuesta trabajo.
Un día su nieto Carlos José, que también se dedica profesionalmente a la música, le pidió que le mostrara las canciones que tenía escritas en sus cuadernos. A pesar de que ya estaban gastados por el paso del tiempo, quedó fascinado y sorprendido por las canciones que había compuesto su abuela.
Grabación de su primer disco
Así que Carlos José inició el proyecto de grabación del disco de Ángela, pero por falta de tiempo y recursos lo fue demorando. Hasta que un productor amigo suyo le preguntó sin rodeos: "¿Estás esperando a que se muera? […] Lo que sea que necesites, hagámoslo".
Contactaron con músicos de primera línea, algunos de ellos ganadores o candidatos a los Grammy, y empezaron a grabar el disco. Carlos José resalta el coraje que ella tuvo para entrar en un estudio de grabación a su edad y lo bien que lo hizo.
Finalmente, de esos viejos cuadernos salieron las 15 canciones que conforman su primer disco homónimo, por el que la cantautora cubana recibió su primera e inesperada nominación a los Grammy Latinos el pasado 20 de septiembre en la categoría Mejor Nueva Artista. Ahí competirá con jóvenes autores de reguetón.
El disco contiene títulos como "Qué linda es Cuba", "Mi gran amor", "Camino sin rumbo", "Romper el yugo" y "Añoranzas" y fue lanzado de forma independiente (vía Nana Album LLC) en junio de 2021.
Historia inspiradora para todos
Carlos José se siente satisfecho con su trabajo y ahora reconoce que esta es una historia inspiradora que no se podía quedar solo en la familia y había que contarla.
"Espero que todo este proyecto inspire a los jóvenes a sentarse a hablar con sus parientes ancianos. Háganles preguntas. Pregúnteles sobre los sueños que tuvieron alguna vez. Se sorprenderán de lo que descubrirán".
"Si no les preguntamos, no nos lo dirán, y su sabiduría y sus sueños se irán con ellos".
Respecto a cómo Ángela Álvarez ha terminado con una nominación al Latin Grammy en esta categoría y finalmente a alzarse con el premio, su nieto explica que fue idea del productor que le dijo: "¿Sabes lo apropiado e increíble que sería si ella fuera nominada a mejor artista nueva a su edad? ¿Sabes el mensaje que eso enviaría al mundo?".
Diario sentimental de Ángela
Sus canciones tienen gran calidad musical pero también son como un diario sentimental de su autora, para quien la música es el lenguaje del alma. Y en sus canciones plasma su larga vida, en la que ha habido momentos dulces, pero también mucho dolor.
De hecho, mayo de 1962 fue un momento clave en su vida. Entonces tuvo que resignarse a ver como sus cuatro hijos menores partían solos de Cuba hacia Miami, después de la revolución y la deriva comunista que vivía la isla, acogidos en el marco de la llamada "Operación Peter Pan".
Salida de Cuba
Ángela logró viajar a Estados Unidos unos meses más tarde, pero tardó años en lograr que sus hijos volvieran a vivir bajo su mismo techo, pues necesitaba un empleo con un ingreso suficiente para mantenerlos a todos y eso no era fácil.
"Cuando a mí me dieron el vuelo de salida de La Habana a Miami, cuando el avión levantó el vuelo, yo estaba sentada en la ventanilla y yo miré por la ventana y yo vi a mi Cuba allá abajo. Yo dije 'Ay, Cuba, ¡qué linda tu eres! ¿cuándo te volveré a ver? Y todavía no me he ido'", recuerda.
A pesar de no saber hablar inglés, fue consiguiendo trabajos: recogiendo tomates en el campo o limpiando oficinas por las noches. Mientras sus hijos estaban en un orfanato, ella podía verlos cada semana.
Reunificación familiar en México
Unos años más tarde y gracias a un amigo Ángela logró encontrar un trabajo para su marido. Contactaron con el entonces presidente de México, Adolfo López Mateos, quien ayudaba a familias cubanas a salir de la isla.
Entonces lo sacaron de Cuba y le proporcionaron un trabajo en el estado de Veracruz. En ese momento ella recogió a sus hijos y se encontraron todos en México.
Aquella reunificación familiar cerró la herida creada por la separación familiar, pero no la abierta por el exilio y por la añoranza de Cuba, isla a la que nunca más ha vuelto y a la que ha dedicado muchas de sus canciones.
Fuente de inspiración
Ciertamente la figura de su país de origen es manifiesta en sus canciones y letras como por ejemplo en "Un canto a mi Cuba", pero también en otras como "Añoranzas" o "Romper el yugo":
"Oh, Dios eterno, tiende tu mano, ayuda a Cuba a renacer, calma la ira, aplaca el odio, dale al cubano la libertad".
Pero Ángela, además de sufrir el exilio y la separación de su familia durante años, también padeció la muerte de su marido en 1977 (que le inspiró el tema "Camino sin rumbo") y luego la de su hija María, ambos a causa del cáncer.
Además, sus hijos fueron siempre una fuente de inspiración. A ellos les compuso el tema "En mi jardín" y a su hija fallecida le escribió un tema que lleva su nombre: "María".
Asistencia a los Grammy Latinos
Finalmente, lo que comenzó como la labor de su nieto de conservar el legado musical inédito de su abuela, se ha convertido en un proyecto apasionante.
Juntos han grabado el disco, han realizado el documental "Miss Angela" gracias a la colaboración del actor Andy García, también cubano, que también le ofreció un papel en la película de Hollywood "El padre de la novia" y, por último, han conseguido una nominación al Latin Grammy al mejor artista nuevo.
Ángela Álvarez consiguió ese Grammy en la categoría de Mejor Nuevo Artista y sigue los pasos de su compatriota, Ibrahim Ferrer, quien ganó ese premio en la primera edición de los Latin Grammy, en el año 2000, a los 73 años.
En ese video pueden escuchar su entusiasmo y felicidad por la nominación