«Maratón Solidaria» en Colombia: 56 horas por los más necesitados

El propósito del arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor José Luis Rueda Aparicio, es recolectar cerca de 250 mil dólares (1.200 millones de pesos colombianos), para destinarlos a miles de personas vulnerables que viven en medio de la pobreza extrema y la indiferencia social.

Con el lema ¡Porque la fe es acción!, se quieren visibilizar las obras que actualmente están en marcha y destacar los servicios sociales, educativos y evangélicos que realiza la Iglesia católica en una ciudad como Bogotá que tiene más de ocho millones de habitantes, de los cuales casi el 50 % vive en situación de pobreza urbana.

Según Kenny Lavacude, líder de la «Maratón 2022» y director de la Oficina Arquidiocesana de Acción y Participación de los Fieles (APF),  el objetivo es «tenderle la mano generosa a la población vulnerable» a través de cuatro obras dirigidas a diferentes segmentos específicos.

Entre esos sectores mencionó a los adictos a sustancias psicoactivas o el alcohol, a quienes, dijo, «la sociedad los debe ver como seres humanos que están enfermos». Según estadísticas oficiales, solo en Bogotá hay más de un millón de personas que tienen alguna adicción, muchas de las cuales viven en las calles o en condición de pobreza.

Otro tipo de la población que se beneficiará con los recursos que se obtengan de la «Maratón Solidaria» son personas de escasos recursos que llegan a la gran ciudad en busca de atención médica especializada para ellas o sus familiares y no tienen dinero para su alojamiento y alimentación.

A ellos se agregan los adultos mayores de 60 años abandonados o sin familias, de los cuales hay casi un millar que están viviendo en las calles o pasan días enteros sin alimentación. Además, gracias a este proyecto diseñado por la arquidiócesis en compañía de laicos voluntarios, se pretende atacar la deserción escolar con la creación de un fondo de ayuda a los menores de edad que por su precariedad económica no pueden continuar sus estudios de primaria, bachillerato o universidad.

Por su parte, monseñor Rueda Aparicio señaló que este evento, que en 2021 recaudó 604 millones de pesos colombianos (cerca de 125 mil dólares), «Es una buena noticia porque está al servicio de muchos seres humanos y se ajusta al pensamiento del papa Francisco cuando habla de la cultura del encuentro y porque esto es un encuentro entre las personas que sufren y tienen necesidades y aquellos que pueden aportar algo».

Al destacar el papel de decenas de laicos voluntarios que trabajan en este y otros proyectos sociales y pastorales de la Iglesia, afirmó que de esta manera «nos liberamos y abrimos los ojos y las puertas del corazón para romper esa indiferencia que empobrece y hace daño a la pobreza, porque es la indiferencia la que abandona y olvida a los más necesitados».

Al resaltar el lema del evento, ¡Porque la fe es acción!, el arzobispo precisó que este programa «no es un servicio solo para católicos, sino para seres humanos, para enaltecerlos y resaltar la dignidad de la persona humana, independientemente de dónde vienen y de su credo».

Recalcó que se trata de «una acción de la Iglesia católica para las personas que lo necesitan y está hecho para servir a personas muy necesitadas».

Kenny Lavacude explicó que los fondos recaudados permitirán que la Iglesia siga presente en los lugares donde la pobreza es más impactante. En concreto, mencionó las cuatro obras que serán beneficiadas con los recursos provenientes de la Maratón, tres de ellas en proyección y una que funciona en la actualidad:

- Centro Pastoral para el Cuidado de la Tercera Edad ‘Hermano Ettore’. Este programa que funciona desde hace varios años será fortalecido para que veinte adultos mayores tengan residencia permanente y apoye también a cuarenta personas de paso itinerante. En este lugar, ubicado en el centro histórico de Bogotá, se brinda acompañamiento integral en los componentes psicosocial, nutricional y fisioterapéutico. El nombre de este refugio para adultos mayores recuerda a Ettore Boschini, religioso italiano que impulsó en su país la creación de numerosos refugios para ancianos.

-Centro Pastoral para el Cuidado de la Dignidad Humana. Un lugar que atenderá a personas adictas a todo tipo de sustancias. El programa incluye la acogida a los adictos, la rehabilitación y su inserción social y laboral. Se espera que cuando entre en funcionamiento, beneficie anualmente a cerca de 25 personas.

- Casa de La Esperanza. Es otro sitio especializado que brindará hospedaje a personas muy pobres provenientes de regiones alejadas y que viajan hasta Bogotá para ser atendidos en centros médicos altamente especializados y que muchas veces deben pernoctar en pasillos de hospitales o a la intemperie. Este programa beneficiará a 550 personas de manera directa y a otras 1.650 de manera indirecta. También tendrá espacios para las mujeres en condición de maltrato y violencia intrafamiliar.

-Fondo de Becas Arzobispo de Bogotá. Por último, a través de esto se promoverán recursos para que niños, niñas y jóvenes, por falta de dinero, no abandonen sus estudios de primaria, secundaria o universitarios. La idea es apoyar los procesos educativos de estudiantes con méritos académicos, morales y de servicio a la sociedad. De acuerdo con cifras oficiales, la deserción escolar en Colombia es muy alta ya que de cien estudiantes que comienzan sus estudios, cerca del 54 % los abandonan por carencia de recursos.

Esta jornada que comenzará el jueves 17 de noviembre y se extenderá hasta el viernes 19, será emitida continuamente por el canal católico Teleamiga y tendrá cubrimiento complementario en las plataformas digitales y redes sociales de la Arquidiócesis de Bogotá y del programa APF.

La Arquidiócesis informó que los aportes, a partir de cinco mil pesos colombianos (menos de un dólar), se podrán hacer a través de la página web, sitio donde se encuentran todos los canales de donación disponibles.