Escandalizar significa convertirse en un obstáculo para los demás. ¿Pero un obstáculo con respecto a qué? Específicamente con respecto a experimentar el amor de Dios.
De hecho, hay algunos comportamientos y formas de actuar que lastiman profundamente a las personas hasta el punto de demoler su confianza en la existencia del amor.
Algunos tipos de abuso, por ejemplo, impiden que las víctimas puedan vivir el resto de sus vidas con la posibilidad de tener relaciones sanas y experimentar el bien, o con la capacidad de sentirse amadas y de amar.
En términos prácticos, ya no pueden experimentar un sentido profundo de la existencia porque lo que debería darles sentido está bloqueado por un trauma que actúa como un obstáculo. Y cuando una persona es lastimada de esta manera, el daño es inmenso.
Maneras de abusar
Pero no me refiero sólo al abuso sexual o emocional. Se puede abusar de una persona si se la juzga constantemente y se le enseña constantemente que está equivocada.
Podemos abusar de las personas denigrando su singularidad y siempre obligándolas a fingir para ser aceptadas.
Incluso podemos abusar espiritualmente de las personas inculcándoles no la libertad sino la culpa continua.
Unas palabras de Jesús pueden iluminar estas situaciones:
"¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene! Si, pues, tu mano o tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo y arrójalo de ti; más te vale entrar en la Vida manco o cojo que, con las dos manos o los dos pies, ser arrojado en el fuego eterno (···) Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos"
Jesús nos dice que la forma en que tratamos a los demás puede ser una ayuda o un obstáculo.
Al mismo tiempo, sin embargo, nos está diciendo que el camino de la curación es siempre a través del perdón infinito.
De hecho, el perdón no es una escapatoria para los abusadores, sino una forma inteligente para que las víctimas se deshagan permanentemente de lo que les hizo sufrir.
El padre Luigi Maria Epicoco es sacerdote de la diócesis de Aquila y enseña Filosofía en la Pontificia Universidad Lateranense y en la Instituto Superior de Ciencias Religiosas Fides et ratio. Se dedica a la predicación, especialmente para la formación de laicos y religiosos, impartiendo conferencias y retiros. Es autor de numerosos libros y artículos. Desde 2021, se ha desempeñado como asistente eclesiástico en el Dicasterio para la Comunicación del Vaticano y columnista del diario del Vaticano L'Osservatore Romano.