En los populares Quartieri Spagnoli (Barrio de los españoles), en el corazón del centro histórico de Nápoles se encuentra un pequeño santuario dedicado a Santa Maria Francisca de las cinco llagas.
Una de las tantas co-patrona de Nápoles (la ciudad tiene 51 patronos) y quien fue la primera santa mujer del sur de Italia.
Anna Maria Rosa Nicoletta Gallo nació el 25 de marzo de 1715, en el seno de una sencilla familia de artesanos. Su casa estaba ubicada justamente en los 'Quartieri Spagnoli', un barrio muy popular de Nápoles.
El barrio une callejones entrecruzados como un tablero de ajedrez donde las tropas virreinales españolas de la década de 1600 fueron 'acuarteladas' en casas de 1-2 habitaciones. Estaban, así, cerca del Palacio Real, listas para intervenir a la primera llamada.
La pequeña Anna Maria asistía asiduamente a la iglesia donde conoció y fue guiada por el futuro santo Juan José de la Cruz.
Su padre ya había elegido para ella un joven rico de la ciudad para darla en esposa. Pero Anna Maria que crecía día a día en las virtudes cristianas, deseaba enormemente consagrarse al Señor.
Se opuso a la voluntad de su padre violento y por esa razón sufrió maltratos y privaciones, pero no se dio por vencida.
Finalmente el 8 de septiembre de 1731, a la edad de dieciséis años, pudo consagrarse al Señor. Lo hizo como Terciaria Franciscana, tomando como nombre Maria Francisca de las cinco llagas de Jesucristo.
Un nombre "exigente" que además de expresar su devoción por los sufrimientos de Cristo, podría considerarse su programa espiritual.
Sor Maria Francesca y el don de la profecía
Según varios testimonios, entre los carismas de la santa, se encontraba el de la profecía.
Predijo muchos acontecimientos históricos como la Revolución Francesa y la santidad de algunos sacerdotes y personas de fe que se dirigieron a ella como consejera, como san Francesco Saverio Maria Bianchi.
El sufrimiento de Cristo
Como San Francisco de Asís, recibió los estigmas y todos los viernes y durante toda la Cuaresma sintió los dolores de la Pasión de Cristo.
María Francesca durante toda su vida sobrellevó sufrimientos físicos y morales, que ella entregó a Cristo como ofrenda por los pecadores.
Su casa se convirtió en un destino constante para los fieles, porque gracias a su intervención por la fe ante Dios en vida ocurrieron hechos prodigiosos que el pueblo consideró como milagros.
Murió el 6 de octubre de 1791 a la edad de 76 años y su cuerpo reposa en el Santuario-Casa de la santa.
Una numerosa multitud asistió al funeral y cuando el féretro llegó a la iglesia fue asaltado por quienes querían una reliquia a toda costa, debiendo intervenir la Guardia Real.
Fue beatificada el 12 de noviembre de 1843 por el Papa Gregorio XVI y canonizada el 29 de junio de 1867 por el Papa Pío IX, siendo la primera santa napolitana de la Iglesia.
La Casa-Santuario y la silla de la fertilidad
Por siglos los napolitanos han acudido a santa Maria Francisca para pedir gracias, como atestiguan los cientos de exvotos y las placas en el exterior del santuario que agradecen la escapada por los pelos de la Segunda Guerra Mundial que, con sus 105 bombardeos sobre Nápoles, salvó los "barrios" y su densa población.
Al lado de la iglesia, donde reposa el cuerpo de la santa, se encuentra la casa donde vivió, convertida en un pequeño convento donde algunas terciarias franciscanas regulares guardan muchos objetos de sor Maria Francisca.
Entre esos objetos, el más preciado, es la silla del dolor, donde los viernes de cuaresma sufría la Pasión de Cristo.
La "silla del dolor" con el tiempo se convirtió en la "silla de la fertilidad" ya que muchas mujeres que tienen dificultades para ser madres suelen acudir al convento y se sientan en la silla, para implorar la gracia.
También muchas mamás acuden a la santa para pedir por la salud de un hijo enfermo.
Como prueba de la benevolencia de la santa hacia las mujeres que la invocan, en el interior de la iglesia hay una rica colección de exvotos que han donado por la gracia recibida.
La Santa "de los barrios" que consagró su vida, como terciaria franciscana a Dios Todopoderoso, es celebrada todos los 6 de octubre.
Fuente: santuariosantamariafrancesca.it