Este 29 de noviembre se cumple el 225° aniversario del nacimiento de Domenico Gaetano Maria Donizetti, celebérrimo compositor italiano, autor de al menos setenta y cinco óperas entre las que se destacan por su fama El elixir de amor, Lucía de Lammermoor, Don Pasquale, La favorita y La hija del regimiento.
Sin embargo, en ocasión del aniversario vamos a detenernos en una obra menos conocida: su tragedia lírica (u ópera trágica) "Poliuto", con libreto de Salvatore Cammarano, basada en el drama de siglo XVII Polyeucte del francés Pierre Corneille.
Historia de la obra
La opera fue compuesta en 1838. Para ese entonces Donizetti negociaba con la Ópera de París la composición de dos nuevas obras. "Poliuto" en realidad había sido previamente pensada para ser representada en el Teatro San Carlo de Nápoles ese mismo año. Sin embargo, a punto de comenzar los ensayos, el rey Fernando II se negó a que se viera en el escenario el martirio de un santo cristiano y prohibió la producción.
Enojado por la decisión y con un encargo para la Ópera de París adeudado, Donizetti pagó al San Carlo la sanción por no producir una obra original en sustitución y se mudó de Nápoles a París donde revisó su Poliuto. Un texto francés, con el título Les martyrs, fue preparado por Eugene Scribe y fue incorporado al 80% de la música de la partitura original. Esta versión se estrenó en París el 10 de abril de 1840. Cuando finalmente se presentó en Italia, se hizo inicialmente en una traducción de la versión francesa con el título de I martiri.
Recién en noviembre de 1848, algunos meses después de la muerte del compositor, Poliuto fue finalmente representada en su versión original en italiano con seis funciones en el San Carlo.
La obra tiene además la particularidad de que originalmente había surgido con la intención de ayudar a revivir la carrera de Adolphe Nourrit, célebre tenor de París que a esta altura se hallaba en declive y cuya fama empezaba a ser reemplazada por la de Gilbert Duprez.
Donizetti y Nourrit (quien influyó en la elección del tema) pensaban que una ópera de este tipo serviría para que el cantante restaurara su carrera. Donizetti adaptó el papel principal al tenor que entonces había sido contratado para la temporada de otoño en Nápoles. La prohibición de representar la obra allí y la partida del compositor a París terminó con las esperanzas del tenor, quien se suicidó el 8 de marzo de 1839 saltando desde una ventana de su apartamento en Nápoles.
Sinopsis
La obra transcurre en Melitene a mediados del siglo III. Los romanos habían conquistado Armenia y el cristianismo era perseguido. Allí, un grupo de cristianos se reúne secretamente para ser bautizados.
Entre ellos está el magistrado principal de Melitene, Poliuto, casado con Paulina, quien en realidad había estado enamorada del general romano Severo y sólo se había casado con Poliuto bajo presión de su padre, Felice, quien le había dicho a la joven que Severo había muerto en combate. Poliuto duda de la lealtad de su esposa por lo que tiene reservas sobre ser bautizado junto a los demás. Pero finalmente accede y la mujer está al tanto de ello.
Más tarde Severo, el general romano, regresa a Roma y Paolina se da cuenta de que el informe que le habían dado de la muerte de Severo en la batalla era falso. A la vez, Severo se anoticia de que su amada ya está casada con Poliuto.
El segundo acto incluye una escena de celos de Poliuto para con Severo a la vez que éste conoce el poder del perdón. Finalmente se revela públicamente la conversión de Poliuto al cristianismo y es condenado a morir.
Paolina suplica a su padre que salve la vida de su marido, y luego se arroja a los pies de Severo, suplicándole que muestre misericordia por el amor que sabe que todavía le tiene. Sus acciones enfurecen tanto a Poliuto que se libera de sus captores y rompe el altar pagano. Es rápidamente dominado y llevado a prisión.
En el acto tercero se prepara la ejecución. Poliuto está dormido y se despierta algo confundido. Ha soñado que Paolina es en verdad una esposa leal y fiel. Paolina, por su parte, ha persuadido a los guardias para que le dejaran visitar a su marido. Los esposos se reconcilian y Paolina le dice que no necesita morir si renuncia a sus creencias cristianas.
Poliuto tiene la certeza de que la salvación eterna lo espera después de la muerte y se niega. Paolina entonces, conmovida por la fuerza de la fe de su esposo, le ruega a éste que la bautice para que pueda morir con él. Al principio Poliuto no está dispuesto a realizar el bautismo, pero cuando ve que su conversión es genuina, acepta. Juntos cantan las alegrías de la vida eterna.
Severo y sus hombres llegan para llevar a Poliuto a la arena, donde lo esperan los leones. Paolina entonces declara que también ella ha abrazado la fe en "su" Dios. Ella exige morir con su esposo, pero Severo se horroriza la insta a reconsiderar. A pesar de sus intentos, Severo no logra convencer a Paolina y finalmente la pareja, junto con los cristianos condenados, se dirigen a la muerte.
Ciertamente nuestras circunstancias no son las mismas que las de aquellos siglos. No obstante, también es posible encontrar algunos paralelismos que dejamos a cargo del lector.
Por lo pronto, la obra y su historia nos exhortan a reflexionar sobre la profundidad de nuestras convicciones y la fortaleza de nuestra fe, a la par que podemos disfrutar de la bella y posteriormente muy influyente partitura de Donizetti.