"La fe, la esperanza y la caridad son el oro, el incienso y la mirra que nosotros, los Reyes Magos de hoy, queremos llevar como regalo a Dios que viene a visitarnos desde lo alto". Lo dijo el padre Raniero Cantalamessa en la primera predicación de este Adviento, que ofreció hoy al papa Francisco y a la Curia Romana en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El predicador del Papa dedicó a la fe la primera de sus meditaciones de este tiempo de preparación a la Navidad.
En su reflexión, ofreció 10 grandes frases sobre el enorme poder de creer en Dios:
Dios nunca retrocede para hacer caer al vacío a quien se arroja en sus brazos.
Libertad y fe
Dios abre la puerta de la fe en cuanto da la posibilidad de creer enviando a quienes predican la buena nueva; el hombre abre la puerta de la fe al aceptar esta posibilidad.
La llave
El gran reto que la fe tiene que afrontar en nuestra época no proviene tanto de la filosofía, como en el pasado, sino de la ciencia.
La fe es el único criterio capaz de relacionarnos correctamente, no sólo con la ciencia, sino también con la historia.
Dios no resuelve el enigma de la historia, pero nos pide que confiemos en él y en su justicia, a pesar de todo. La solución no está en el cese de la prueba, sino en el aumento de la fe.
El control lo tiene Dios
Dios es tan soberano y tiene el control de los acontecimientos que incluso la agitación de los malvados sirve a sus misteriosos planes.
Las situaciones pueden salirse de control para los hombres, pero no para Dios.
La fe en la Iglesia
La fe es el arma de la Iglesia.
Lo que puede hacer la Iglesia, para no asistir pasivamente al desarrollarse de la historia, es tomar partido contra la opresión y la injusticia y ponerse siempre, "en el tiempo y fuera del tiempo", del lado de los pobres, de los débiles, de las víctimas, los que llevan las consecuencias peores de cada desgracia y de cada guerra.
Lo que pueden hacer los creyentes es también remover uno de los factores que siempre ha fomentado los conflictos y que es la rivalidad entre religiones.