25 de diciembre de 1995. Panamá. Esa noche de maravillas y milagros, un amigo de casualidad se detuvo en una estación de combustible para llenar de gasolina el tanque de su auto. Esa noche tendría que trabajar e iba apurado. Miró hacia un costado y vio una escena que lo estremeció. Un sacerdote joven que conocía bien estaba solo a esas horas, sentado en una pequeña banca dentro del local 24 horas.
Estaba comiendo su cena de navidad: un perro caliente, unas papas fritas y una gaseosa. Estaba solo en esa noche de la Natividad porque nadie lo invitó a su casa a compartir en familia la cena, las alegrías y esperanzas de la esperada Navidad.
El papa Francisco nos dice:
Los sacerdotes deben saber que la gente los quiere, los necesita y confía en ellos.
Pidamos al Padre Celestial por los sacerdotes, que sean santos, dignos, humildes, que nunca se sientan solos, que experimenten la presencia de Dios en sus vidas. La mayoría son héroes de Dios. Lo demostraron durante la pandemia.
¿Qué sabemos de nuestros sacerdotes?
¿Dejamos solos a nuestros curas? ¿Los abrumamos con cargas innecesarias? ¿O los acompañamos, cuidamos y respetamos? ¿Qué sabemos de ellos? ¿Cómo podemos ayudarlos? Te sigo preguntando…
¿Conoces el nombre del sacerdote de tu parroquia? ¿Te has interesado por ayudarlo? ¿Hablas con él de algo que no sea pedirle un favor? ¿Sabes su fecha de cumpleaños? ¿Lo has felicitado? ¿Lo has invitado a participar de encuentros familiares en tu casa?
Tener gratitud hacia ellos
Ten gratitud y siempre trátalos con alegría, apóyalos y reza por ellos sabiendo que cada día nos traen a Jesús, pan de vida eterna. Hay tanto que agradecerles...
Al salir de la cuarentena forzada recuerdo que empezamos a ir a misa y uno de los sacerdotes dijo estas palabras que me hicieron reflexionar:
"Quiero agradecer a los que se preocuparon por nosotros los sacerdotes de esta parroquia durante la cuarentena y nos brindaron su apoyo, nos trajeron alimentos frescos para que no pasáramos hambre y nos telefoneaban con frecuencia para saber cómo estábamos, y preguntar si necesitábamos algo".
Pregunté a un sacerdote qué debíamos hacer los laicos por nuestros sacerdotes y me respondió:
"Un acompañamiento desde la perspectiva de la identidad del sacerdote. Debes preguntarte primero: ¿quién es? ¿qué hace? Te ayudará a comprender a quién vas a acompañar y comprenderás la dignidad sacerdotal".
¿Cómo ayudarlos?
De casualidad encontré un video bellísimo del padre Juan Manuel Rodríguez de la Rosa, quien habla sobre la soledad de los sacerdotes y seminaristas. Y tiene un magnífico mensaje lleno de esperanza para calmar sus temores y dudas.
Les aconseja: "Id a la fuente de vida, a la fuente de vuestro sacerdocio, el Sagrado Corazón de Jesús". Mira el video:
Le pedí al Padre Lucho, un sacerdote amigo consejos para los sacerdotes que estén pasando un momento difícil.
Y estos fueron sus consejos para ayudarlos: acompañarlos, rezar por ellos y con ellos, animarlos a que se reúnan y fomenten amistad con sus hermanos sacerdotes, que se olviden de sí mismos, que se preocupen por las almas, hacer retiros espirituales, que se confiesen frecuentemente, tener dirección espiritual con otro sacerdote, que celebren la Misa todos los días y aumenten la devoción a la Eucaristía.
Me gustaría añadir: acudir confiados a la Virgen María y que le pidan sus auxilios y consejos, sumergirse en el Sagrado Corazón de Jesús, que hagan como san Juan Pablo II y muchos otros santos que encontraron fortaleza, compañía y sabiduría postrados en adoración ante Jesús Sacramentado, cultivar la sana devoción al rezo del Rosario diario, y por último, hacerlos conscientes de que hay muchos laicos que los queremos, admiramos y rezamos por ellos.
Amable lector, estamos en Adviento, ¿te animarías a invitar al cura de tu parroquia a tu cena familiar en Navidad? Ponle un obsequio bajo el arbolito, confecciónale una tarjeta navideña, haz que se sienta acogido, querido, parte de tu familia.
La gratitud es una gran virtud y debemos ser agradecidos con nuestros sacerdotes.
¿Te gustaría compartir tus ideas para ayudar a nuestros sacerdotes? Te paso mi e-mail personal. Escríbeme: cv2decastro@hotmail.com. ¡Dios te bendiga!