"Al cierre de 2022 ha habido 433 masacres en México. En ellas fueron asesinados dos sacerdotes jesuitas y más de 40 niños. Desaparecieron 11.900 seres humanos. Fueron asesinados 19 periodistas y 15 defensores de derechos humanos", escribe la periodista Anabel Hernández en su columna de DW.
Y agrega: "Los 12 meses han estado marcados por dramáticos retrocesos en todos los ámbitos de la vida nacional: democracia, orden público, legalidad, civilidad, derechos humanos, libertad de expresión, ciencia, cultura y medio ambiente".
El 2022 ha sido un año horrible. A los mexicanos ya no alcanza a conmoverlos casi nada.
Pero hay hechos que –por más que se intenten tapar desde el poder político y mediático—ponen en entredicho la estrategia de seguridad tanto federal como de algunos de los estados del país. Tal es el caso del Estado de Zacatecas, en el centro-norte de México.
Muertes de inocentes
El martes pasado, en un ataque armado contra una familia, fueron asesinados un niño y un seminarista. Este último era estudiante de tercer año de Teología en el seminario de Zacatecas: José Dorian Piña Hernández.
El ataque armado fue en contra de cuatro integrantes de la familia Piña Hernández cuando se encontraban fuera de su casa situada en la comunidad de Ignacio Zaragoza, en el Municipio de Noria de los Ángeles.
Además del joven seminarista y el niño, se encontraban en casa dos mujeres que fueron también agredidas. Las mujeres fueron trasladadas a un hospital de la zona, sin que hasta el momento se sepa algo de su salud.
José Dorian estudiaba tercero de Teología (Cuarto de Configuradora) en el Seminario Conciliar de la Purísima. En su comunicado, la Diócesis condenó el asesinato y dijo que ha perdido la vida como "uno de tantos en este suelo zacatecano y mexicano".
Cercanía de la diócesis
"Nos unimos a la familia Piña Hernández y a la comunidad parroquial de la Inmaculada Concepción en Noria de los Ángeles, como casa formativa nos hacemos solidarios con nuestra oración por todos ellos. Pedimos la pronta recuperación de los familiares que están heridos física y espiritualmente", dice el comunicado del Seminario.
También han declarado luto institucional y al regresar de vacaciones, tendrán el novenario de Eucaristías y los rosarios por el eterno descanso del seminarista, cuya vida fue truncada alevosamente por los criminales que han tomado como suyo el suelo de Zacatecas…, y de muchos otros lugares de México.
En uno de los mensajes que han llegado a la página del Seminario, se resume la situación del país y que ahora lleva como insignia a José Dorian y al niño: "Lo que ocurrió no tiene nombre inocentemente te tocó partir. Ya basta que personas inocentes estén perdiendo la vida, solo por salir y hacer lo que te gusta, llegan de la noche a la mañana y te arrebatan la vida sin saber quién eres. Dos personas mueren inocentemente".