«Todas las veces que él cometió algún error de comunicación», el Papa Ratzinger pidió siempre «perdón, me equivoqué». Elisabetta Piqué, corresponsal en el Vaticano del diario La Nación. Es autora de la biografía Papa Francisco: Vida y revolución.
Aleteia conversó con la experimentada periodista ítalo-argentina sobre la muerte y la memoria del papa emérito Benedicto XVI, fallecido a los 95 años, el 31 de enero de 2022, y apenas después de visitar la Capilla ardiente en la Basílica del Vaticano, este lunes 2 de enero de 2023.
En el primer dia, alrededor de 65.000 fieles y peregrinos hicieron fila hasta por dos o tres horas para dar el último adiós a los restos mortales del «Papa teólogo» y que descansan ante el Altar de la Confesión.
Un momento histórico e inédito
La periodista remarcó que la muerte de un Papa emérito y el entierro precedido por un papa reinante, papa Francisco, hace parte de un «momento histórico e inédito». Ella cubrió también los eventos de 2005: «Cuando murió Juan Pablo II era distinto todo, incluso a nivel comunicativo; no estábamos tuiteando, distinto por las colas», pues, siendo un papa reinante, durante más de 25 años, con el Papa polaco se cumplió el novenario antes del funeral, con las misas diarias celebradas por los cardenales en San Pedro. La misa de difuntos del 8 de abril de 2005 congregó a cinco millones de participantes. Hubo gente que esperó 24 horas en fila para saludar el cuerpo.
«Este es un Papa emérito que nos deja una situación totalmente inédita, no vista en 600 años», constató Piqué. Ella rememora del pontificado de Benedicto XVI «el gesto histórico de la renuncia», sin embargo ha puesto mayor énfasis en la «humildad» de Joseph Ratzinger. «Todas las veces que él cometió algún error de comunicación». Por ejemplo, después del discurso de Ratisbona, Papa Ratzinger pidió siempre «perdón, me equivoqué», añadió.
Benedicto XVI fue capaz de sorprender
«Así que creo que es un papa que nos sorprendió a todos» afirmó. Después de Juan Pablo II, Ratzinger fue etiquetado como «el papa alemán conservador tradicionalista». En cambio, Piqué dijo que Benedicto XVI fue capaz de ir adaptándose poco a poco a su rol, también causando estupor escribiendo una casi inesperada Encíclica sobre el Amor, DEUS CARITAS EST (25.12.2005).
«Él sorprendió a todos». Piqué lo recuerda como el gran «teólogo, con un carisma muy distinto de su antecesor, que venció la timidez en los viajes y el contacto con los niños». «Él mismo dijo que tuvo la sensación de pasar por una ‘guillotina’ que se le venía encima. Él no se consideraba como un hombre de gobierno, sino como un académico».
Francisco está bien y no piensa en la renuncia
Elisabetta Piqué considera que «Francisco es otro papa con otro carisma que siempre nos está dando sorpresas». Pero que por el momento, no dará la sorpresa de anunciar una renuncia. «Él mismo lo ha dicho: no está en su mente, absolutamente está muy bien: ‘No se gobierna con la rodilla, sino con la cabeza’. Así que una renuncia de Francisco no lo veo como un escenario absolutamente (posible) en este momento».
Amistad y respeto entre Benedicto XVI y Francisco
Además, la vaticanista subrayó la amistad verdadera que ha existido entre Benedicto XVI y Francisco, a pesar de que «muchos sectores quisieron usar a Benedicto como un arma para desestabilizar a este papado. Porque por supuesto son dos papas muy distintos, con dos visiones también diversas». Benedicto XVI nunca permitió que los detractores de Francisco le utilizaran para sus fines divisores, argumentó.
El Papa emérito, destacó Piqué, «también tuvo un respeto enorme por su sucesor y hubo una excelente relación y de mucho respeto». De hecho, Piqué recuerda que el papa argentino fue el primero en ir a rezar ante el cuerpo de su antecesor, el sábado a la mañana, 31 de diciembre, fue el primero en llegar al Monasterio Maria Mater Ecclesiae. «Seguramente, creo que podemos esperar palabras muy lindas en la homilía que dará en la plaza de San Pedro el jueves».
Exposición de los restos mortales de Benedicto XVI
Desde el lunes y el comienzo de la exposición del cuerpo de Benedicto XVI al público, 90.000 personas han presentado ya sus respetos al pontífice alemán, según informó el Vaticano este martes, 3 de enero.
El cuerpo del pontífice emérito volverá a exponerse el miércoles, de 7.00 a 19.00 horas. El funeral de Benedicto XVI tendrá lugar el jueves 5 de enero a las 9.30 horas, con una misa celebrada en la Plaza de San Pedro por el Papa Francisco. No se necesitan entradas para asistir. Las dos únicas delegaciones oficiales anunciadas por la Santa Sede son las de Italia y Alemania.
«De acuerdo con los deseos del Papa emérito, el funeral será sencillo", ha dicho el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, anunciando un "funeral solemne pero sobrio».
A continuación, el Papa emérito Benedicto XVI será enterrado bajo la Basílica de San Pedro, en el emplazamiento de la antigua tumba de Juan Pablo II. Este lugar de las grutas vaticanas, cerca de la tumba del apóstol Pedro, está vacío desde que los restos del pontífice polaco fueron trasladados al nivel superior de la basílica en 2011.