Es una de las regiones más envejecidas de España, con más de 260 ancianos por cada 100 jóvenes, una tasa de natalidad en caída libre, y la imagen más icónica de la llamada "España vaciada" a causa de la despoblación.
Sin embargo, Castilla y León se ha convertido en estos días en el epicentro de la lucha por la defensa de la vida, después de que los proabortistas españoles hayan desatado toda su furia contra un protocolo anunciado por el Gobierno autonómico castellanoleonés, en lo que supone la primera medida provida planteada para esa región en las últimas décadas.
Ofrecer, no obligar, a escuchar el latido del bebé
A pesar de que desde el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos se ha hablado de "hostigamiento", "coacción" y "retroceso de derechos para las mujeres", el plan propuesto por Castilla y León solo establece que los médicos deban ofrecer (solo ofrecer) a las mujeres que pidan abortar, la posibilidad de escuchar el latido del bebé, así como ver una ecografía en 4D.
El protocolo sanitario presentado no habla de "obligar a las mujeres" a escuchar el latido fetal ni a ver la ecografía, sino que plantea la necesidad de que estén bien informadas antes de decidir abortar.
Sin embargo, la reacción de los proabortistas españoles, encabezados por el Ministerio de Igualdad y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha sido furibunda. El Gobierno central incluso ha amenazado al Ejecutivo de Castilla y León con declararlo incompetente en materia de Salud si activan el protocolo del latido.
Escuchar el latido salva vidas
Pero, ¿cuál es el motivo que ha llevado al aparato proabortista de España (de ministerios a periódicos, pasando por asociaciones feministas, lobbys de género, programas de televisión, o famosos) a criticar que una mujer pueda ser informada de lo que ocurre en su seno, antes de someterse a una intervención de tanto impacto como un aborto?
Como explica para Aleteia el doctor Jesús Poveda, conocido defensor de la vida, la razón está en que "la ciencia es inequívoca al mostrar que un bebé concebido es una vida humana distinta de la de la madre, y por eso, también sabemos que escuchar el latido de su bebé evita, en un gran número de casos, que una mujer aborte".
75.000 bebés vivos gracias a la Ley del Latido, en Texas
El doctor Poveda menciona para Aleteia la conocida como "Ley del latido fetal", que el Estado de Texas puso en marcha en septiembre de 2021 y que la Corte Suprema texana refrendó en mayo de 2022.
Esa ley impide el aborto desde el momento en el que se detecta latido en el bebé, lo que ocurre en torno a la semana sexta de embarazo.
Tras su aplicación no sólo se han impedido numerosos abortos, sino que se ha producido un cambio en la percepción social del aborto. Y se ha ayudado a que las parejas embarazadas tomen conciencia de que lo que crece dentro de la madre es un bebé, no un mero conjunto de células.
Porque "si hay un corazón que late, es que hay una vida, y por tanto, en el caso de un embarazo, hay una vida humana diferente a la de la madre", explica el doctor Poveda.
Y en efecto, poner en el centro del debate del aborto la vida del bebé, al ritmo de sus latidos, ha sido decisivo para que esta práctica muestre su verdadero rostro: según los datos facilitados por la Comisión de Salud y Servicios Humanos de Texas, y recopilados por la plataforma Heathbeat International, en Texas se perpetraban 148 abortos diarios antes de la Ley del Latido fetal, mientras que tras el cambio legislativo se han salvado de ser abortados 74.822 bebés.
Pregunta en el aire
Una pregunta queda en el aire. Si la ciencia es inequívoca al mostrar que lo que existe en una mujer embarazada es una vida humana, ¿quién y por qué motivos se quiere evitar a toda costa que las mujeres embarazadas, y sus parejas, puedan escuchar el latido fetal?