El ilusionante mensaje de Albert Llovera, el piloto parapléjico que compite en rallys

A pesar de vivir atado a una silla de ruedas desde los 19 años, cuando tuvo un accidente de esquí mientras participaba en un campeonato en Sarajevo, Albert siempre se ha mantenido activo. Y lo más importante, ilusionado con la vida.

El mismo afirma en su página web que "al final, después de todo, me siento afortunado de no haber tenido una vida fácil y asentada". Por eso, desde el día después de su aparatoso accidente en 1985 – suele decir que a los reveses de la vida no les da más de 24 horas – ya se puso a pensar en cómo seguir en forma. 

Así que después de unos meses jugando en la liga estadounidense de baloncesto adaptado y a pesar de conseguir, nada menos, que ser subcampeón en ese país y subcampeón del mundo por clubes con su equipo Charlosteville Cardinals, decidió dejar la canasta y el balón y eligió probar las 4 ruedas. 

Regresó entonces a su Andorra natal y allí se preparó para disputar la Copa Peugeot de rallies. La experiencia le enganchó y cómo no se le dio nada mal, siguió compitiendo. De hecho, es el único piloto discapacitado que ha participado en el Campeonato del Mundo de Rallies, enfrentándose a rivales sin ninguna discapacidad.  

Debido a su determinación y voluntad de superación, se preparó física y mentalmente y en 2007 participó por primera vez en el Rally Dakar. Sus ganas de vivir y sus sueños siempre van muy por delante de sus limitaciones.

Las dos primeras ediciones en las que intervino en esta dura carrera lo hizo en automóvil, en 2015 eligió un buggy y desde 2016 lo hace en camión. Este año 2023 es su octava participación y ha conducido un camión con el equipo Ford Trucks junto a su sobrina Margot.

8.500 km atravesando Arabia Saudí en 14 etapas. Un reto no apto para todos. Pero él piensa que "los límites están hechos para sobrepasarlos" y añade con buen humor "menos el de velocidad, porque ahí te van a perseguir".

Este año ha ido acompañado en la cabina del camión por su sobrina Margot Llobera (con b) que ha ejercido como copiloto. Pero un fallo en una pieza única, de fabricación artesanal, de su camión les obligó a abandonar la competición sin poder comenzar la segunda etapa. Una piedra se enganchó en la carcasa del diferencial de su vehículo. 

La vida va acompañada de piedras en el camino que hay que sortear. Como dice él: “A veces un mal día lleva una carga de virtudes escondidas en su interior. El mérito está en saber descubrirlas y saber transformar la tragedia de un mal día en un triunfo”.

Así que lejos de rendirse y venirse abajo, a las 24 horas Albert Llovera grabó este animante video para mostrar cómo se siente y para agradecer todo el apoyo recibido: 

Albert es un referente en positivismo y superación, ya lo vemos. En 2005 realizó un documental que fue nominado a los premios Goya de la Academia de Cine español: "Albert Llovera, las alas del Fénix". En 2011 escribió su biografía que es un superventas: No límits.

Además, imparte conferencias motivacionales en las que explica su vida, cómo ha vencido las adversidades y su evolución como persona y como deportista. 

No duda en ayudar en lo que puede a personas que sufren algún tipo de discapacidad, así que trabaja con una empresa italiana líder en tecnología para adaptar vehículos particulares y también en aportar modificaciones para el transporte público. 

Incluso colaboró con la NASA, justo después de su accidente de esquí. Fueron ellos los que contactaron con Albert para trabajar conjuntamente en la creación de electroestimuladores, usados para evitar que a los astronautas se les atrofie la musculatura cuando viajan al espacio.

Y una de sus facetas que más le llena de orgullo es cooperar con UNICEF, organización de la que es embajador. Por supuesto, su trabajo es ayudar a paliar la falta de movilidad y de acceso a los discapacitados en países del Tercer Mundo. Mucho trabajo por hacer.