La Real Parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla (España) alberga en la actualidad un cuadro del maestro español Diego Velázquez, el principal artista de la corte de Felipe IV, considerado por muchos el más grande pintor del Siglo de Oro español.
La pintura fue donada a la parroquia en 2020 por Soledad de Rojas, feligresa, poco antes de fallecer. El cuadro estuvo colgado, sin atribuirlo, encima de la cama de Soledad, toda su vida. El párroco dijo a RTVE que De Rojas insistió en que el cuadro estaba allí el día que ella vino a este mundo, y quería que estuviera allí a su muerte.
Como la parroquia planeaba restaurar la imagen, los expertos primero atribuyeron la imagen a Francisco Pacheco. Pacheco no solo fue el mentor y suegro de Velázquez, también fue el autor de un tratado ampliamente difundido, el Arte de la Pintura, un libro de texto que contiene instrucciones detalladas y minuciosas para los pintores que querían trabajar en la iconografía religiosa.
Codificó todos los grandes motivos de la pintura religiosa barroca, incluida la forma de pintar la Santísima Trinidad, la Inmaculada Concepción y, por supuesto, el mismo Cristo, basándose principalmente en la Escritura, pero también en la Tradición y el Magisterio. La Inquisición española utilizó este tratado para supervisar la producción artística en los dominios del Imperio español.
Pero, con el paso de la restauración, los especialistas se han dado cuenta de que es obra del propio Velázquez.
En un programa de televisión local, el coordinador del proyecto de restauración explicó que, tras estudiar la materia, los componentes pictóricos, la técnica y los recursos formales y estilísticos del cuadro (una Virgen con el Niño en brazos), pueden afirmar es en efecto obra del gran maestro sevillano.
Los abogados han informado a la parroquia que deben informar a la Oficina Nacional de Patrimonio (Patrimonio Nacional) que ahora están en posesión de esta pieza.
