Papa Francisco lamenta la “instrumentalización” de la muerte de Benedicto XVI

"Criminalizar a las personas de tendencias homosexuales es una injusticia", respondió el Papa Francisco a un periodista que le preguntó sobre los países en los que está prohibida la homosexualidad, en particular Sudán del Sur o la RDC. El pontífice, que ya se había pronunciado sobre este tema en una reciente entrevista con la agencia de noticias estadounidense AP, estimó que 50 países se encontraban hoy en esta situación.

Esta criminalización de la homosexualidad es "un problema que no debemos dejar pasar", estimó el Papa. "Condenar a una persona de esta manera es pecado", juzgó incluso, subrayando que el catecismo de la Iglesia católica instaba a que no se "marginara" a los homosexuales.

El pontífice, sin embargo, hizo una distinción entre "personas" homosexuales, que son "hijos de Dios", y "grupos" que defienden a los homosexuales. "Los lobbies son otra cosa", dijo.

Justin Welby estuvo de acuerdo con el pontífice, recordando que esta cuestión había sido uno de los puntos que había dividido a su Iglesia durante la última conferencia de Lambeth, en el otoño de 2022. "Me hubiera gustado [entonces, ndlr] hablar con tanta elocuencia y claridad como el Papa", confió. Aseguró que tenía la intención de citarlo sobre este tema en el próximo sínodo de la Iglesia de Inglaterra en unos días.

Preguntado por las voces críticas que se han levantado contra él dentro de la Curia desde la muerte del Papa Benedicto XVI, el Papa Francisco criticó su falta de "ética". "Yo creo que la muerte de Benedicto fue instrumentalizada por gente que quiere llevar agua a su propio molino", dijo.

"Esta es gente de partidos, no de la Iglesia", lamentó el Papa, sin mencionar nombres. Lamentó la instrumentalización de "una persona tan buena y piadosa, diría incluso un 'Santo Padre de la Iglesia'", insistiendo en que Benedicto XVI siempre lo había apoyado cuando lo consultaba, y que no había habido "problemas" entre a ellos.

Ante las críticas, el Papa se mostró confiado, creyendo que "estas cosas caerán solas". También insistió en que su predecesor no era "una persona amargada".

El pontífice informó también que tras una de sus pasadas declaraciones en las que decía estar a favor de las uniones civiles de homosexuales, una persona "que se cree un gran teólogo" llegó a quejarse de él a Benedicto XVI. El Papa emérito habría entonces consultado a cardenales teólogos que le habrían explicado su declaración, "y la historia terminó allí", informa Francisco.

Consultado sobre sus próximos destinos, el Papa argentino confirmó que tenía la intención de visitar Marsella el próximo mes de septiembre; la fecha en consideración, confirmó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, es el 23 de septiembre.

Haciendo hincapié en su deseo de ir a los "países más pequeños de Europa" como prioridad, insistió en que, como en su anterior viaje a Estrasburgo en 2014, sería un viaje "a Marsella, no a Francia".

El pontífice mencionó la posibilidad de que este viaje se acompañe de un viaje… ¡a Mongolia! "¡No se detiene, es posible!", subrayó.

El Papa Francisco finalmente recordó su visita a la JMJ en Lisboa el próximo agosto y anunció que estaba planeando un gran viaje a la India "el próximo año".

Al final de la conferencia, el Papa respondió una pregunta sobre su salud. A los 86 años, el pontífice argentino acaba de completar su viaje número 40 al exterior desde su elección en 2013. "¡La mala hierba nunca muere!", bromeó el Papa, utilizando una expresión típicamente española. Sonriendo, Francisco, sin embargo, admitió que su rodilla seguía siendo un problema.

"Mi salud no es la misma que al inicio de mi pontificado, me molesta la rodilla pero voy avanzando poco a poco y ya veremos…", concluyó.

Durante su viaje a África, el Papa se movía gracias a su silla de ruedas. Como en sus últimos viajes al exterior, utilizó un ascensor para descender y abordar el avión.

En una entrevista reciente con la agencia de noticias AP, el Papa explicó que la diverticulosis en su colon de la que había sido operado en 2021 había regresado. "Podría morir mañana, pero todo está bajo control. Estoy bien de salud", dijo.

"Estoy abierto a un encuentro con los presidentes, el de Ucrania y el de Rusia", reiteró Francisco, recordando que había acudido a la Embajada de Rusia ante la Santa Sede el 25 de febrero de 2022, segundo día de la ofensiva rusa en Ucrania, para decir que quería "ir a Moscú a hablar con Putin, si hay una pequeña ventana, a negociar", explicó.

"Pero hoy, no es la única guerra: me gustaría ser justo", dijo Francisco, señalando las situaciones dramáticas en Yemen, Siria y Birmania. "Hay guerras más grandes por el ruido que hacen", pero "el mundo entero está en guerra. Es autodestrucción", dijo el Papa Francisco, invitándonos a pensarlo "en serio".

"Detengámonos a tiempo. Porque una bomba llama a otra más grande, no sabemos dónde terminará la escalada", advirtió con seriedad el pontífice. Subrayó el contraste observado en Sudán del Sur entre el comportamiento de los hombres "que van a la guerra" y el de las mujeres que "siguen adelante" cuidando a sus muchos hijos. El Papa destacó "la fuerza de las mujeres", rindiendo homenaje en particular a las monjas asesinadas en África.

También aclaró que su gesto en 2019 cuando besó los pies de los líderes de Sudán del Sur fue un gesto espontáneo e irreflexivo. "Fui el instrumento de una fuerza interior, no fue algo planeado", dijo.

El Papa Francisco denunció una vez más la explotación de África por parte de las antiguas potencias coloniales, recordando su encuentro con las víctimas en el este de la RDC. "Heridos, amputados, tanto sufrimiento, tanto sufrimiento, todo para tomar las riquezas. No está bien", reiteró. "África tiene su propia dignidad, y el Congo tiene un alto nivel", subrayó el pontífice, lamentando la codicia externa por recursos como el coltán y el litio.

Destacó que "la venta de armas" es "la mayor plaga de la actualidad", porque este comercio "insemina la guerra en el interior" de los países de África.

Preguntado por el tribalismo, reconoció que estos pueblos tienen cada uno su "propia historia", con "antiguas enemistades, una cultura diferente". "Pero también es cierto que provocamos competencia entre las tribus con la venta de armas", protestó el Papa Francisco, calificando esta situación de "diabólica". También denunció la tragedia de los niños soldados.

Volviendo a su reciente diálogo vía Zoom con estudiantes africanos, el Papa destacó a estos estudiantes, "de inteligencia superior, muy muy inteligentes". Para el pontífice, la juventud es una de las "grandes riquezas" de África. "Hay que apoyarlos para que estudien y salgan adelante, y hay que hacerles un hueco, no cerrarles las puertas", insistió.

En el avión papal