Sucedió el pasado domingo 5 de febrero y durante la misa celebrada en el Atrio del Templo de la Parroquia «San Julian» de Motupe, en Lambayeque, tal cual recuerda la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
Monseñor Robert Prevost, O. S. A., nombrado recientemente por el Papa como Prefecto del Dicasterio para los Obispos y también electo presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, pidió por la paz de Perú ante la Cruz de Motupe.
Con respecto a la celebración religiosa, que contó con la presencia de gran cantidad de fieles, el también obispo emérito de Chiclayo de origen estadounidense calificó «esta fiesta de medio Año de la Santísima Cruz de Chalpón de Motupe, como un momento de encuentro con Cristo (…)».
«(…) Estando con Él, apreciando la figura de Cristo, viendo la presencia de la Cruz que trae para todos nosotros, muchas bendiciones, mucha esperanza; y que simboliza el amor de Dios para con cada uno, estando todos nosotros unidos, con la alegría de la fe», prosiguió.
Superar un momento doloroso
Perú se ha transformado en noticia a nivel internacional desde fines de 2022 tras el intento de golpe de estado del expresidente Pedro Castillo. Desde aquel entonces, con el gobierno encabezado por Dina Boluarte, las protestas y manifestaciones se han extendido a lo largo de varias semanas dejando más de 40 fallecidos y desde la Iglesia hubo varios pronunciamientos.
El más reciente mensaje de la Iglesia sobre la crisis en Perú fue una carta abierta dirigida a los 130 congresistas pidiéndoles escuchar el clamor del pueblo y dar lugar al adelanto de elecciones para 2023 (algo que finalmente quedó truncado).
Con respecto a esta crisis, y con anhelo de paz, fue que Prevost pidió para que todos los peruanos «logren superar este momento tan doloroso de crisis social y política que el país está viviendo».
«Que seamos esa sal de la tierra y luz en el mundo; y aunque haya incluso diferencias políticas y distintos puntos de vista, jamás lleguemos a la violencia y al odio para resolver los problemas», continuó el obispo.
Promover la comunión y fraternidad
«Hermanos y hermanas hay heridas muy profundas en el pueblo, es cierto, hay lugares, pueblos enteros abandonados y olvidados y tienen justos reclamos diciendo nosotros también necesitamos la ayuda del estado, de la empresa, de otros, pero en nuestra fe y nuestra experiencia de caminar unidos, tenemos que ser una fuerza que promueve la comunión y la fraternidad, que construye en solidaridad y que ayuda a superar esta gran crisis, este odio que el país está sufriendo», agregó el obispo.
En tanto, según agregó la Iglesia de Perú, el presidente de la Hermandad vinculada a esta celebración, Claudio Falla Severino, le entregó una medalla en reconocimiento a su labor episcopal en la Diócesis de Chiclayo, desde el 3 de noviembre de 2014. Y el electo Prefecto del Dicasterio para los Obispos impartió la bendición general con la Santísima Cruz de Motupe.