El papa Francisco recibió a una delegación de empresarios mexicanos en el Vaticano. Frente a ellos, el pontífice argentino les dirigió un breve saludo invitándolos a cuidar la relación con el Señor para ser signo de la presencia de Dios. Les encomendó cuidar a la Virgen de Guadalupe y no tomarla como bandera de alguna ideología.
Al terminar su mensaje a la delegación de empresarios de México, Francisco encomendó a todos los presentes a ser protectores de la Morenita del Tepeyac, solicitándoles que la cuiden "así como es: sencilla, negrita, y no dejen que nadie la ideologice. Así como es".
Ya el pasado 12 de diciembre de 2022 en la Virgen de Guadalupe como Emperatriz de todas las Américas en la Basílica de San Pedro, al iniciar la Novena Intercontinental Guadalupana, preparando la celebración del V Centenario del Acontecimiento Guadalupano en 2031, había hecho un pronunciamiento parecido.
Ante fieles laicos, obispos y sacerdotes presentes en la Misa, el Papa pidió que acompañaran con fervor este novenario, "pero, por favor, que lo hagan con verdadero espíritu guadalupano", sin propuestas "de tinte ideológico-cultural" y sin apropiarse "del encuentro de un pueblo con su madre".
Más adelante –durante la Misa del 12 de diciembre—el Papa denunció a quienes quieren des-mestizar, "maquillar" a María de Guadalupe. Y recalcó: "Por favor, no permitamos que el mensaje se "destile" en pautas mundanas e ideológicas. El mensaje es simple, es tierno: '¿No estoy yo aquí que soy tu madre?'. Y a la madre no se la ideologiza".
Su casita es para todos
Con similar lenguaje habló a los empresarios mexicanos a quienes recibió en el Vaticano con el famoso dicho de México de que "mi casa es tu casa". Y les recordó que, para todos los católicos, el Vaticano también es como su casa. Es un lugar en el que los hijos de la Iglesia pueden encontrarse y alabar a Dios en familia.
Siguiendo con la analogía de la casa, el papa Francisco añadió que la Virgen de Guadalupe "pidió que se le edificara una casa en la que todos sus hijos pudieran visitarla para depositar sus dolores y esperanzas". Y por este motivo, la Basílica de Guadalupe "es imagen de la Iglesia, acoge a sus hijos".
Consciente de la violencia que aqueja a México, el Papa dijo a los empresarios de este país –quienes estuvieron acompañados por el cardenal Carlos Aguiar, primado de México – que "cada uno de nosotros está llamado a contribuir para que haya cada vez más artesanos de paz".
Durante el encuentro, el pontífice argentino recordó que, hace unos meses, le dijo a un grupo de empresarios españoles que el emprendedor católico, para poder ser signo de la presencia de Dios en el mundo de la economía y del trabajo, tiene que cuidar la relación con el Señor.
"El capital más importante que podemos tener, es el capital espiritual", insistió el Santo Padre. Les pidió que recen por los sacerdotes de México y, como es su costumbre, que recen por él.