Con una no oculta alegría, el superior mayor de los misioneros claretianos en las Antillas, el padre Fausto Cruz Rosa, anunció que el padre de origen africano, Antoine Macaire Christian Noah, secuestrado en Haití a principios de febrero, se encuentra en libertad.
Según lo consigna la Agencia Fides, Cruz Rosa declaró que el padre Noah –quien es sacerdote desde 2020- «ha conseguido escapar milagrosamente de sus secuestradores el 17 de febrero, después de 10 días de secuestro».
El padre Noah fue secuestrado por una de las múltiples pandillas que tienen en su poder la capital haitiana, Puerto Príncipe, el 7 de febrero cuando se dirigía a su comunidad de Kazal.
En buen estado de salud, lejos de sus secuestradores
Como ha sido una terrible costumbre con misioneros y sacerdotes secuestrados en Haití, los pandilleros pedían una suma exorbitante de dinero por dejar en libertad al sacerdote africano.
Sin embargo, a decir del superior de los claretianos, «el padre Antoine se encuentra bien y hemos conseguido trasladarlo a la República Dominicana», país que comparte frontera con Haití.
Más adelante, el padre Cruz Rosa subrayó: «Estamos agradecidos a todos por unirse a nosotros en la oración y por la solidaridad que nos han mostrado en este contexto de violencia e incertidumbre que vive el pueblo haitiano. Por nuestra parte, seguiremos en nuestro compromiso de servicio».
Oración que tuvo efectos inmediatos
Tres días antes de la liberación del padre Noah, la Delegación Independiente de las Antillas, realizó una intensa jornada de ayuno y oración por el pueblo de Haití y por la liberación del sacerdote camerunés.
El padre Cruz Rosa pidió entonces «orar por la paz, el perdón, la reconciliación y el cese de todos los disturbios, violencia, secuestros y muerte que se está viviendo en el pueblo haitiano».
Se unieron a esta iniciativa un gran número de fieles que se congregaron ya sea en las obras misioneras de las Antillas o bien las parroquias claretianas ubicadas en República Dominicana, Puerto Rico, Cuba y Haití.
Crisis «multidimensional»
Los misioneros claretianos conservan dos comunidades cercanas a Puerto Príncipe: la de Nazón y la de Kazal, a la que pertenecía el padre Noah. En ella trabajan tres misioneros más, agrupados en torno a la parroquia de San Miguel Arcángel.
Entrevistado por el medio español Alfa y Omega, el cardenal Chibly Langlois (obispo de Los Cayos) afirmó que Haití se encuentra envuelto en una crisis «multidimensional»: por un lado, la inflación y, por el otro, la terrible violencia de las pandillas.
En opinión del cardenal haitiano, la capital, Puerto Príncipe, «está asfixiada, rodeada por todos lados por bandas armadas». Además, la corrupción política ha hundido en el abismo a Haití, hoy necesitado de «un apoyo efectivo, sincero y eficaz de la comunidad internacional».