La información fue difundida este 7 de marzo a través del diario oficial nicaragüense La Gaceta. Y no hace más que confirmar lo que viene sucediendo en los últimos meses contra la Iglesia de Nicaragua: hostigamiento y persecución tanto de sus miembros como de organizaciones vinculadas.
En efecto, el Ministerio de Gobernación (Migob) decidió la cancelación de Cáritas Jinotega y Cáritas Nicaragua (hacen parte del brazo social de la Iglesia católica), algo que sucedió por medio de la figura de «disolución voluntaria».
«El 31 de enero de 2023, mediante el acta 79 de la Asamblea Extraordinaria de Miembros de Caritas Nicaragua, acordaron la Disolución Voluntaria y liquidación de dicho organismo por decisión unánime de sus miembros, solicitando Caritas de Nicaragua ante la Dirección General de las Organizaciones Sin Fines de Lucro del Ministerio de Gobernación, la cancelación de la Personalidad Jurídica por Disolución Voluntaria», indica la nota del acuerdo ministerial en La Gaceta.
En el caso de Cáritas Jinotega, la disolución había sido solicitada por el Migob el 23 de diciembre de 2022 tras la aprobación de la liquidación de la organización social por parte de la asamblea extraordinaria.
Con respecto a este desenlace, el medio local La Prensa indica que conoció hace algunas semanas que «las presiones del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo –como parte de la guerra declarada contra la Iglesia católica- estaban orillando a estas organizaciones a cerrar sus oficinas y con ello sus proyectos de apoyo a las personas más necesitadas de sus comunidades».
También se recordó que la primera de estas organizaciones cancelada fue Cáritas de Estelí el 2 de febrero de 2022. Eso aconteció el mismo día en que la Asamblea Nacional canceló los permisos de operación de una universidad y seis ONG vinculadas a la diócesis de Estelí (monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión, también es administrador apostólico de esa diócesis).
Dos universidades ligadas a la Iglesia y una fundación mariana
Pero el nuevo embate contra organizaciones vinculadas a la Iglesia no solo tuvo como protagonista a Cáritas. En los acuerdos difundidos por La Gaceta también se mencionó la cancelación de las personerías jurídicas de la Universidad Juan Pablo II y la Asociación Universidad Cristiana Autónoma de Nicaragua (UCAN).
Ambas instituciones vinculadas a la Iglesia tienen sedes en diferentes departamentos de Nicaragua. El argumento de la cancelación hace referencia al «incumplimiento de sus obligaciones» y «no estar acreditadas en los indicadores de calidad», además de no reportar, por ejemplo, «estados financieros y juntas directivas», entre otros aspectos.
Esta situación genera, prosigue la resolución, que ambas universidades tengan que «traspasar» los bienes a nombre del Estado de Nicaragua, mientras que el Consejo Nacional de Universidades (CNU) debe «reubicar» a los estudiantes matriculados en esas instituciones educativas.
Por último, la otra organización vinculada a la Iglesia católica que también fue afectada por estas resoluciones con la cancelación de su personalidad jurídica fue una fundación mariana con énfasis en la lucha contra el cáncer conocida como Fumalaccan. En este caso, se argumenta que ha obstaculizado el control y vigilancia de la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin Fines de Lucro del Migob «al no reportar su Junta Directiva por más de cuatro años y sus estados financieros conforme periodos fiscales por más de 11 años».
Escalada de persecuciones y «mafia»
Lo acontecido con estas organizaciones coincide con un tiempo de máxima hostilidad hacia miembros de la Iglesia católica de parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Además de los episodios vinculados a la condena del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, también se han suspendido famosas manifestaciones de fe como las peregrinaciones (persiste la incertidumbre sobre lo que pueda pasar con las principales celebraciones de Semana Santa).
En los últimos días, como un capítulo más sobre la difícil situación para los católicos en Nicaragua, hubo un nuevo discurso cargado de críticas y agravios contra la Iglesia –a la que se la calificó de «mafia»– de parte de Ortega.
«Son una mafia, miren los crímenes que han cometido, cuántos crímenes han cometido y siguen saliendo crímenes todos los días», expresó Ortega durante la conmemoración del 89 aniversario de la muerte de Augusto C. Sandino este martes 21 de febrero.
En noviembre de 2022, Ortega también había acusado de «dictadura perfecta» a la Iglesia, concepto que de alguna manera volvió a defender el martes:
«¿Quién elige al Papa? ¿Cuántos votos consigue el Papa entre lo que es el pueblo cristiano? Si vamos a hablar de democracia el pueblo debería elegir en primer lugar a los curas del pueblo (…) Que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada en el Vaticano».