La foto que se hizo viral en las últimas horas en Ecuador podría perfectamente ser admirada por su ternura, pero también por la muestra de afecto en un padre hacia un hijo. Hasta aquí algo cotidiano.
Sin embargo, al momento de apreciar el contexto de la imagen y ver la figura de un padre que que besa a su bebé en medio de los escombros ocasionados por un sismo de 6.5 de magnitud hace variar la percepción y en redes todos empezaron a hablar de «milagro».
En efecto, el sismo del pasado 18 de marzo en Ecuador dejó al menos 15 personas fallecidas y centenares de damnificados, además de infraestructura (también con lugares religiosos dañados como en Cuenca) y servicios dañados.
Fue en medio de esta conmoción donde colmó de esperanza a muchos esta fotografía en la que el padre sostiene en brazos a su bebé dentro de los escombros de una casa colapsada en el cantón de Pasaje, provincia de El Oro, tal cual reproducen medios locales como El Comercio.
Esa localidad, agrega el medio, fue una de las más afectadas por el sismo (30 viviendas quedaron destruidas, entre ellas la de la imagen que se hizo viral.
«Todo se puede caer a pedazos, menos el amor de un padre. Esta foto fue captada en el momento justo cuando una casa del cantón Pasaje, provincia de El Oro, se caía y mientras todo eso ocurría, un padre sostenía con fe y esperanza a su pequeño bebé», relató con la foto el usuario Ángel Loor, en Twitter.
Desesperanza
Con el paso de las horas, más allá del impacto de la imagen, lo que hacía falta era lo testimonial. Pues eso también sucedió y este papá, de nombre Gustavo Bustamante (44), pudo hablar con medios locales como El Universo acerca de ese abrazo con su hija que se hizo viral.
En medio del colapso registrado en la zona de residencia, Gustavo contó que lo primero que hizo fue salir a rescatar a su esposa e hija, quienes permanecían en un predio aledaño entre escombros debido a la caída de un edificio.
Gustavo reconoció que al principio sintió desolación y que rompió en llanto al imaginar el peor desenlace para sus seres queridos. Pero, tal cual indica El Universo, en un instante sintió un llamado inusual que le decía: «Gustavo, papi». Fue eso lo que lo motivó a «ponerse en camino» y adentrarse en el predio destruido.
Consolación
«Las probabilidades de vida eran de cero, ingresé, encontré a mi abuelito, lo sacamos y ver qué hacer porque sentía que mi esposa y nena estaban vivas, a pesar de que toda la multitud me decía que no ingrese porque parecía que colapsaría», expresó.
Fue así que al poco tiempo llegó la consolación: el llanto de su hija de ocho meses. Con la ayuda de un bombero pudo rescatar a su esposa e hija. «Ella sí es la heroína, se aferró a mi nena, cayó y quedó ahí en esos instantes con muros fuertes, eso también me motivó a seguir el amor», dijo Gustavo con respecto a su esposa.
Inmediatamente se produjo el momento que luego se hizo viral, el abrazo a su bebé.
«Cogerla fue emocionante, yo quería salir de los escombros y ese era el lugar más rápido, no se pudo y tuvimos que retirarnos por donde ingresamos por el lado del vecino», reconoció Gustavo.
«Sentí ese abrazo de Dios»
Según agrega El Universo, la bebé no registró ninguna fractura, solo algunos raspones en las piernas. Pero la experiencia, tal cual reconoció Gustavo, «servirá para ser una mejor persona, dando más amor, respeto, ser más solidario tanto con amigos, familiares y el prójimo».
«Seguir siendo feliz, estaba emocionado cuando salí con mi hija. Hace 25-30 minutos pensé que las perdía, después a los 25-30 me renacen y están conmigo, con algo que es de no creer… sentí ese abrazo de Dios, porque de verdad no había posibilidad de que alguien viviera. Él me llevó allá y me indicaba y creo que estaba todo concatenado, cualquier padre en mi situación hubiera hecho lo mismo, eso es el amor y el amor mueve montañas», aseguró.
¿Acaso en este abrazo de padre no se puede apreciar también el amor de Dios hacia sus hijos y su sostén en los momentos más oscuros y difíciles? ¿Acaso todo esto no refleja algo del itinerario de Dios para con sus hijos que sufren?
Pues sí, la «foto milagro» del sismo de Ecuador va mucho más allá de lo viral (que puede resultar superficial) y ofrece un mensaje directo difícil de desechar.