Imagina a Jesús de Niño. Es el hijo de Dios. Las escrituras nos dicen poco de la etapa infantil de su vida. Abramos la Biblia en Lucas 2 versículo 40:
"El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él".
De allí salta a los 12 años de Jesús. Lo encuentras allí mismo. Lucas 2, 42-47.
"Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas".
Surge una pregunta importante. Es más, una curiosidad. Seguro lo has pensado como yo.
Sabemos que es el Hijo de Dios, es todopoderoso, nada hay imposible para él... entonces, ¿hizo milagros de niño que no están registrados en las Sagradas Escrituras?
Solo conjeturas
Hay algunas historias en internet que no pasan de ser curiosidades. Y, la verdad, nunca sabremos si ocurrieron.
Me gusta imaginar que sí y que la Virgen y san José para protegerlo le pedían discreción, que no mostrara su poder en público o jugando con otros niños.
No convenía, por su seguridad, que supieran lo que podía hacer. Pero igual, son sólo conjeturas.
Lo que sí sabemos bien porque está en la Biblia es cuál fue su primero milagro público. Y no es cualquier cosa.
El primer milagro público de Jesús
Sabemos lo que ocurrió. La Biblia nos lo dice con una claridad sorprendente y para resaltar el acontecimiento añade:
"Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él".
Es un relato fascinante de una madre siempre preocupada por el bienestar de los demás, pidiendo un favor a su hijo en medio de una boda.
Me encanta esa parte en que él le dice a su mamá: "aún no es mi hora". Ella da instrucciones a los criados y Jesús la obedece, por amor. Ese amor indiscutible de un hijo que ama a su bella madre.
Búscalo en tu Biblia. Juan 2, 1-11
Es un milagro significativo porque, para mí, dejó en claro tres cosas fundamentales:
1. Jesús amaba profundamente y con ternura infinita a su madre, la siempre Virgen y llena de gracia, la Inmaculada Concepción.
2. La escuchaba con atención y la obedecía, como todo buen hijo que escucha y hace caso a las palabras de su madre.
3. Este milagro extraordinario, siempre he pensado que lo hizo en parte, "aunque no era su hora" para enseñarnos a todos, que podemos acudir consolados y confiados a su mamá, nuestra bella madre del cielo y pedir sus gracias porque sabemos que Jesús no le negará nada que ella le pida si es para nuestro bien.
Acude a María
Amable lector, ahora que lo sabes, no temas acudir a María, la bienaventurada y siempre Virgen María. Es la madre de nuestro Salvador.
Pídele con confianza que le hable a Jesús de tus dificultades y que le pida que interceda por tus necesidades.
Ella como buena madre vive pendiente de nosotros y nos llama a la conversión.
Pienso a menudo en sus urgentes palabras que nos dejó en 1917 en Fátima y a las que poco caso hemos hecho: "No ofendan más a Nuestro Señor, que ya está muy ofendido".
¿Qué nos dice la Virgen María?
Las mismas palabras que pronunció en la boda de Caná de Galilea:
"Hagan lo que Jesús les diga".
Y, ¿cómo saber lo que Jesús nos dice?
Es muy sencillo. Está en la Biblia. Lee los Evangelios, conocerás mejor a Jesús, seguirás sus pasos y escucharás sus palabras.
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¡¡Dios te bendiga!!