Evocando, desde la Plaza de San Pedro, la Solemnidad de la Anunciación celebrada el 25 de marzo, el Papa recordó el acto de consagración de "la Iglesia y la humanidad, en particular Rusia y Ucrania, al Inmaculado Corazón de María", que presidió un año antes, el 25 de marzo de 2022, "en unión con todos los obispos del mundo".
"No nos cansemos de confiar la causa de la paz a la Reina de la Paz", instó. Y el jefe de la Iglesia católica invitó a "todos los creyentes ya todas las comunidades, especialmente a los grupos de oración, a renovar cada 25 de marzo el acto de consagración a la Virgen María". Porque ella es "madre", dijo, confiando la paz a su protección materna.
"No olvidemos estos días a la Ucrania mártir que tanto sufre", lanzó también el pontífice, de 86 años, como cada miércoles.
Durante una liturgia penitencial en la Basílica de San Pedro el 25 de marzo, el Papa Francisco pronunció una oración de consagración del mundo, y en particular de Rusia y Ucrania, al Inmaculado Corazón de María, ante una estatua de Nuestra Señora de Fátima.
Este gesto espiritual, que movilizó muy ampliamente a los católicos de todo el mundo, fue uno de los más fuertes del pontificado tras la invasión de las tropas rusas en Ucrania.