Sin abolir las bulas Dum Diversas (1452), Romanus Pontifex (1455) e Inter Caetera (1493), como lo solicitaron varios representantes indígenas, la Santa Sede reconoce que estos antiguos textos promulgados por los Papas Nicolás V y Alejandro VI reflejan "de manera inadecuada la igual dignidad y derechos de los pueblos indígenas".
La publicación de este documento se produce nueve meses después del "viaje penitencial" del papa Francisco a Canadá, durante el cual el pontífice había pedido repetidamente perdón a los pueblos indígenas por los errores cometidos por la Iglesia católica en el pasado, y un año exactamente después de la recepción del una delegación de las Primeras Naciones, Inuit y Métis en el Vaticano.
Entre las reclamaciones presentadas por este último a la Iglesia católica, una cuestión no había sido resuelta por el pontífice durante su viaje, la de la 'doctrina del descubrimiento', de la que varios representantes de las organizaciones de los 'primeros pueblos' pedían que se derogara .
Se trata de un concepto político-jurídico surgido con la llegada de los occidentales al 'Nuevo Mundo' en el siglo XVI, pero utilizado formalmente por las autoridades colonizadoras a partir del siglo XIX. El concepto de 'doctrina del descubrimiento' afirma que el descubrimiento de la tierra por colonos les otorga un derecho exclusivo de apropiación de las tierras ocupadas por los pueblos indígenas. Varios trabajos de historiadores creen que las tres bulas papales del siglo XVI citadas anteriormente se utilizaron para justificar este concepto.
Como recordatorio, la bula Dum autorizó diversas veces al rey de Portugal a tomar posesión de las tierras que había descubierto en África y América. El romano pontífice permitió que cualquier monarca cristiano tomara posesión de tierras no cristianas. Finalmente, el Inter Caetera se repartió el 'Nuevo Mundo' entre españoles y portugueses.
"No abolimos lo que ya no existe"
Preguntado por periodistas, entre ellos I.MEDIA, por qué no se derogan formalmente las burbujas, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, Cardenal Michael Czerny, explicó que estas burbujas no tenían valor magisterial, sino que eran "decretos circunstanciales ". "No abolimos lo que ya no existe", dijo.
Estos documentos antiguos corresponden, según la nota de la Santa Sede, a un contexto histórico y político preciso, pero "nunca han sido considerados como expresiones de la fe católica". Además, insiste el texto, la Iglesia Católica "rechaza" todo concepto que, como la Doctrina del Descubrimiento, "no reconozca los derechos humanos inherentes a los pueblos indígenas".
El cardenal canadiense Czerny insistió en recordar que las bulas iban dirigidas a Portugal y España. "No hay una conexión histórica entre lo que están hablando y lo que realmente sucedió en Canadá o el este de los Estados Unidos", dijo.
La nota señala que "el contenido de estos documentos ha sido manipulado con fines políticos por poderes coloniales en competencia para justificar actos inmorales contra los pueblos indígenas". El cardenal Czerny insistió notablemente en el hecho de que la expresión "doctrina del descubrimiento" no fue creada por la Iglesia católica, sino por el poder legal de los Estados Unidos.
"Muchos cristianos han cometido actos maliciosos"
Sin embargo, la nota de la Santa Sede reconoce que ciertas acciones contra los indígenas a veces se cometieron "sin que las autoridades eclesiásticas se les opusieran". Al igual que el Papa durante su viaje el pasado mes de julio, pide perdón una vez más por las "terribles políticas de asimilación" en las que participó el clero.
La Iglesia Católica jugó un papel notable entre 1883 y 1969 en la gestión de las escuelas residenciales para nativos, un sistema puesto en marcha por el gobierno canadiense para forzar la asimilación de los niños nativos.
Si bien reconoce que "muchos cristianos han cometido actos maliciosos contra los pueblos indígenas", la nota insiste en el sacrificio de muchos otros por estos mismos pueblos y en el hecho de que "los últimos Papas han pedido perdón en muchas ocasiones".
Cita en particular una bula posterior, Sublimis Deus (1537), en la que el Papa Pablo III condenó la esclavitud y afirmó que "dichos indios y todos los demás pueblos que serán descubiertos más tarde por los cristianos, en ningún caso deben ser privados de su libertad o la posesión de sus bienes, aunque no sean personas de la fe cristiana". Para el cardenal Czerny, esta bula ya ha derogado formalmente las tres anteriores.
En la nota, la Santa Sede finalmente apoya la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, firmada en 2007, y alienta la "implementación" de sus principios.
Un simposio universitario planificado
En un comunicado, los obispos de Canadá saludan la publicación de la nota, subrayando el "rechazo" de la "doctrina del descubrimiento" por parte de la Santa Sede. Anuncian que están trabajando, en cooperación con la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, para organizar un "simposio académico" con el fin de "profundizar en la comprensión histórica" de este concepto.
Preguntado sobre la cuestión de la "doctrina del descubrimiento" en el avión que regresaba de Canadá, el Papa Francisco observó que sigue siendo relevante en "las colonizaciones ideológicas de hoy". "Siempre ha existido este peligro. O más bien esa mentalidad según la cual somos superiores y que los indígenas no cuentan", había deplorado, criticando a los organismos internacionales que "ponen condiciones hasta legislativas y colonialistas" para otorgar créditos a ciertos países.