«Desperté muda, inmóvil, el cuerpo no me respondía, estaba confundida, perdida, sabía que algo grave pasaba y fue ahí cuando tomé una decisión o me iba por el camino de la desesperanza y moría o me aferraba a la fe, a Dios a la esperanza de volver a ver a mi hija, mi familia», relata la cantante católica Marcela Gael, a un año de una emergencia que la tuvo al borde de la muerte.
Impresiona ver el optimismo y alegría que transmite esta mujer de fe, luego de pasar por una traumática experiencia que todavía la mantiene en proceso de sanación y rehabilitación. Comenzó con un procedimiento médico de rutina, que se complicó por una negligencia lo que le generó una lesión en el estómago, la cual se fue agravando llegando a provocar una septicemia.
«Ha sido como un torbellino, un terremoto enorme. Llegué inconsciente a urgencias, tuve un paro cardiorrespiratorio que duró cinco minutos, luego de lo cual me estabilizaron y comenzaron a realizar los procedimientos necesarios para ir limpiando y retirando todo lo infectado», comenta a Aleteia la cantante católica.
«Ahí apareció la primera muestra de que Dios estaba conmigo. Mi pronóstico de vida era casi nulo, cuando el médico de cabecera se encontró con que todo lo que quedaba por sacar, había desaparecido…y le dijo a mi marido que había sentido una presencia superior», prosigue.
Un paso de fe
«Es en los momentos más extremos cuando uno descubre la grandeza de Dios, me aferré a él, a la esperanza. Desperté y no sabía bien que estaba pasando, pero cuando di ese paso de fe, sentí que en ese momento todo empezó a cambiar, porque se generó la ilusión de reencontrarme con mi familia, mis seres queridos y eso me ayudó a salir adelante», expresa Marcela.
Es imposible no conectar con la vivencia de esta cantante católica, ligada toda su vida a la Iglesia, a medida que va relatando su conexión divina, un escalofrío recorre mi cuerpo, también siento esa presencia superior de la que me habla.
«Todos los días me enfrentaba a un shock nuevo, pero al mismo tiempo daba las gracias al Señor. Y me ponía en sus manos. Así fueron pasando los días, algunos más duros que otros, pero sabía que muchas personas estaban unidas en oración por mí y yo lo sentía».
Canción a María
«La voz y el canto eran mi escape, sentía que Dios me había dado ese talento para entregarlo al mundo y me daba esperanza. Entonces cuando despierto sin poder hablar, con mis cuerdas vocales paralizadas y me dicen que tal vez no podría volver a cantar, fue otro golpe más y una nueva prueba de fe, si ya había salvado con vida, podía darse ese milagro también y me entregué nuevamente al Señor».
Y así fue que por estos días Marcela Gael sorprendió en sus redes sociales cantando su «Madre María»:
«Claramente mi voz no es la misma, mi registro cambió, pero sigo redescubriéndome, agradecida de tener voz y en este proceso volvió la inspiración, fruto de todo lo vivido. Esta canción está dedicada a María, quien me acompañó en todo momento. “Madre Mía”, era la frase que lograba armar en mi cabeza cuando miraba su imagen que estaba conmigo en la habitación de la clínica, de esta manera, yo podía expresarle mi dolor, mi angustia de no poder ver a mi hija , a mi familia y el impacto de todo lo que estaba sufriendo».
«María fue una gran intercesora en ese momento. Un día una señora me mandó agua bendita del Santuario de Lourdes y antes de cada intervención (fueron 25), me ponían un poco de esa agua y también en mi corazón (...) ella estuvo muy presente en todo este proceso. Incluso mi hija Laurita, también rezaba pidiendo a María por mí, me cuentan mis amigos que ella armaba cadenas de oración”.
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«De tu mano Señor»
«Así como María fue mi compañera, madre y amiga, cada mañana antes de iniciar un nuevo día, en mente le tomaba la mano al Señor y sentía que caminaba con él, buscando las fuerzas para superar otra jornada», relata Marcela.
La cantante, cuenta alegre, que de esta vivencia surgió otra nueva canción «Ven a mí Jerusalén», estrenada el Domingo de Ramos que habla de la esperanza en que podamos ser nosotros Jerusalén, para que Jesús entre en nuestro corazón y pueda sanarnos y transformarnos.
Compartir mi testimonio al mundo
La vida de Marcela Gael sufrió un gran impacto en todos los niveles, por estos días la cantante se alegra de cada nuevo logro que consigue en el día a día y por sobre todo, por la bendición de estar nuevamente junto a su familia. Sobre esto, nacen también profundas reflexiones:
«Quiero compartir mi testimonio a las comunidades, a todo el mundo, estoy descubriendo que además de mi voz par cantar, tengo una voz para proclamar el milagro de Dios a tantas personas que sufren, que están enfermas, solas, desesperanzadas, transmitir el amor de Dios a todos los que sufren. Acercar a las personas que se sienten alejadas y transmitirles que los milagros dependen de nosotros, en creer en el inmenso amor que Dios nos tiene».
Finalmente, Marcela comenta: «Me siento una hija predilecta, Dios me volvió a la vida, me dio una nueva oportunidad, siento que mi vida tiene un propósito y por ello el mensaje que quiero transmitir es Yo Creo en ti Señor».