Grigory Kessel, investigador de la Academia de Ciencias de Austria, descubrió con el uso de la fotografía ultravioleta, un fragmento del Evangelio de Mateo escrito en siríaco antiguo.
El texto del evangelio fue escrito en el siglo VI, "pero luego fue borrado y copiado cientos de años después", como se lee en la nota publicada por Medievalists.net. El descubrimiento de Kessel, descrito en detalle en su artículo A New (Double Palimpsest) Witness to the Old Syriac Gospels, se ha incluido en el último número de New Testament Studies.
Encontrado en la Biblioteca del Vaticano, el manuscrito es un palimpsesto, es decir, un manuscrito que ha sido borrado y reutilizado. Este fue escrito dos veces desde que se hizo: la segunda vez, explica Medievalists.net, “por un escriba georgiano durante la segunda mitad del siglo X. Eventualmente llegó al monasterio de Santa Catalina en el Sinaí”.
El fragmento es una versión en siríaco antiguo del Evangelio de Mateo. "La tradición del cristianismo siríaco conoce varias traducciones del Antiguo y Nuevo Testamento", explica Grigory Kessel. "Hasta hace poco, solo se conocían dos manuscritos que contenían la traducción al siríaco antiguo de los evangelios".
Uno de estos se conserva en la Biblioteca Británica de Londres, y el otro fue descubierto como un palimpsesto en el Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí. Los fragmentos siríacos de este tercer manuscrito fueron identificados recientemente en el curso del "Proyecto de Palimpsestos del Sinaí".
El pequeño fragmento revela una sección del Libro de Mateo, desde el 11:30 hasta el 12:26. Ofrece algunas ideas nuevas, afirma Kessel, sobre cómo se tradujeron y transmitieron los Evangelios.
Por ejemplo, mientras que el griego original de Mateo capítulo 12, versículo 1 dice: "En aquel tiempo Jesús pasó por los campos de trigo en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer", dice la versión siríaca: "[…] comenzaron a arrancar espigas, a restregárselas en las manos y a comerlas".