En hospitales de la capital argentina se publicita desde este mes el acceso a una red de apoyo al embarazo y la maternidad para situaciones de vulnerabilidad. Coexistirá con otras que promueven el aborto.
La medida, pese a que se enmarca en el cuadro de una ley, ha suscitado reacciones desde organismos que promueven el aborto tanto a nivel nacional como internacional. Y personas que brindan asesoramiento para continuar con el embarazo, aún ante adversidades, sufrieron agravios y amenazas.
«No es un tema para polemizar»
Luego de la sanción de la ley del aborto a finales de 2020, había quedado en Buenos Aires un vacío que debía responderse desde otra ley que promueve la atención y cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia.
Además del apoyo a la primera infancia, circunstancia que en la práctica ya abordaban distintos programas en distintas jurisdicciones, se trata de «que la mujer que se acerca a un hospital tenga delante suyo todas las herramientas que garantiza la ley, ya sea que decida interrumpirlo o seguir adelante con el embarazo», expresó al diario La Nación y en el mismo sentido en múltiples declaraciones mediáticas la presidenta del Consejo Social de la Ciudad de Buenos Aires, Cynthia Hotton.
«No es un tema para polemizar, sino que sobre esto ya se debatió en el Congreso y se votó la ley y hay que cumplirla», añadió.
Una red que precede a la aprobación del aborto
Los carteles publicitados invitan a llamar al teléfono de la Red Nacional de Acompañamiento a la Mujer con Embarazo Vulnerable, organización que brinda contención y cuidado a embarazadas que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.
La red, como informamos en Aleteia, precede a la ley del aborto, y ha continuado más allá de la sanción. Incluso a se ha expandido y desde entonces ha sumado organizaciones en todo el país. Más de 450 instituciones son parte de la red, que pudo acompañar hasta el año pasado cerca de mil nacimientos.
Pero pese a que el anuncio de los carteles no busca polemizar directamente con la ley del aborto sino permitir la aplicación de la ley con la que ésta fue promulgada, generó reacciones adversas. Entre otras, de Amnistía Internacional (AI).
«Desde Amnistía Internacional nos preocupa que el Gobierno de la Ciudad pudiera delegar en organizaciones confesionales y religiosas la ejecución de políticas públicas, de manera tal que ponga en riesgo derechos humanos conquistados», expresó la entidad.
Personas que profesan la fe evangélica o católica, y en algún caso organizaciones nacidas desde instituciones religiosas, participan de esta red, y de otras similares. Pero ni la red ni la Fundación Vida en Familia son entidades confesionales.
El comentario de AI, apoyado por referentes locales partidarios y de ONG, puede tener que ver con la fe evangélica que profesa públicamente Hotton y con el apoyo que desde entidades religiosas se le da a alternativas como estas.
Amenazas e insultos
Tras este rechazo de organizaciones que promueven el aborto, se han registrado amenazas e insultos contra quienes atienden los teléfonos de la red. La propia Hotton lo confirmó en sus redes sociales.
«Toda mi solidaridad para las mujeres que atienden los teléfonos del 0800 vida. Lamentablemente están recibiendo llamados de cierto sector de la sociedad con amenazas e insultos. Evidentemente algunos siguen creyendo que con violencia pueden callar el derecho a la información», expresó.