Antes de partir hacia la casa de su Padre, Jesús da a sus discípulos instrucciones muy importantes.
Las pronuncia en el Cenáculo, es decir, antes de su pasión y muerte. Desea así dar fuerza a los discípulos antes de esta difícil experiencia. Las palabras de Jesús también son actuales para nosotros hoy.
Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí".
Paz
Literalmente traducido del original griego, Jesús dice: "Que vuestro corazón no se inquiete".
La palabra griega "tarasso" significa agitar, inquietar, turbar como el agua.
Puede parecer que la partida de Jesús perturbará la vida de los discípulos que lo siguen. Es natural sentir preocupación y desorientación en tales situaciones.
Jesús señala la posibilidad de vencer el miedo y la ansiedad a través de la perseverancia en la fe en Dios y en Él, aunque se vaya al Padre.
"En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes".
La meta del camino de Cristo es la casa del Padre. Esta es también la meta del camino de los discípulos. Es posible lograrla gracias a Jesús.
Hogar
La palabra "hogar" (en griego "oikia") es algo muy cercano a cada persona.
En el entorno judío, el anhelo de hogar es aún más pronunciado, porque los israelitas vivieron muchos años de camino a la Tierra Prometida y vivían en carpas, no en una casa.
Jesús asegura a los discípulos que Dios les ha preparado un hogar, que es también su hogar.
La experiencia del hogar en comunión con Dios es posible para los creyentes ahora mismo. Se realiza en la comunidad de la Iglesia. Sin embargo, alcanzará su plenitud en la casa del Padre.
Camino, Verdad, Vida
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Jesús no le dijo a Tomás que Él les mostraría el camino a los discípulos. Lo que dijo es que Él es el camino.
No les prometió que les enseñaría alguna verdad. Dijo que Él mismo es la verdad.
Jesús no reveló a los discípulos los secretos de la vida. Dijo que Él es la vida.
Tomás de Kempis, en palabras de Jesús, lo explicó de esta manera:
"Sin camino no hay movimiento hacia adelante, sin verdad no hay conocimiento, sin vida no existe el vivir. Yo soy el camino que debes seguir, la verdad en la que debes creer, la vida en la que debes confiar".
Acude a Jesús
¿Cómo reacciono cuando experimento ansiedad? ¿En qué medida me ayuda mi fe en Dios cuando experimento dificultades y problemas?
¿Me dirijo a Jesús – el Camino, la Verdad y la Vida- cuando estoy perdido, confundido, no sé qué pensar o cuando no tengo fuerzas?