Sepa el peregrino al santuario mariano más importante de la Argentina que sus ojos no lo engañan cuando ve en el manto de la Virgen de Luján tres estrellas similares a las bordadas en la camiseta argentina de la selección de fútbol tras lograr el campeonato mundial por tercera vez en su historia.
Tampoco son falsas interpretaciones de fanáticos en redes sociales que publican sus imágenes evocando la epopeya en tierras arábigas. Es que la patrona argentina fue revestida para su festividad del 8 de mayo con un manto que en la parte inferior reconoce la proeza deportiva que unió en celebraciones a todo su pueblo.
Y así como la Virgen estuvo presente en las celebraciones en el propio estadio Lusail de Qatar, desde una pequeña imagen en el centro del vestuario sobre una mesa, junto a la que Lionel Messi colocó la Copa del Mundo ni bien obtenida, y también recibió peregrinos casi inmediatamente para dar gracias por el triunfo, ahora es ella la que retribuye el amor con este pequeño gesto concebido desde la Basílica.
Desde el Santuario, confirmó la Agencia AICA, explicaron que se trata de un reflejo «del sentimiento de nuestro pueblo y símbolo de unidad de la Argentina», además de «un gesto de renovación de las fuerzas para la misión evangelizadora junto a toda la Iglesia».
«Esta decisión responde a que desde la Basílica trabajamos mucho el concepto de religiosidad popular, y este acontecimiento (por el Mundial) generó un gran impacto en la sociedad», explicaron a la Agencia Télam desde el santuario.
Además, según se reprodujo desde la agencia estatal, las tres estrellas tienen una significación especial en cuanto a que pueden referir y evocar especialmente a tres personalidades muy importantes en la historia de la Virgen, las tres en vías de beatificación.
Por un lado el «Negrito» Manuel, su primer custodio. En segundo lugar, el padre Jorge María Salvaire, constructor de la Virgen y gran promotor de su devoción. Y por último, el cardenal Eduardo Francisco Pironio, cuyos restos descansan en la propia Basílica luego de un gran servicio a la Iglesia universal desde Roma. Providencialmente, se acaba de dar un gran paso en su causa de beatificación tras el estudio de la junta médico de un posible milagro que sería atribuible a su intercesión.
Naturalmente, no es el único cambio en el bordado del manto para este año. En el centro, junto al corazón, este año María de Luján lucirá una «M» dorada, en cursiva, a diferencia del año pasado que lucía una corona, entre otros detalles.
El manto cubrirá a María durante todo el año, hasta inicios de mayo del año que viene, momento en el que será revestida con uno nuevo y con el actual se harán pequeños trozos para ser puestos en estampitas y ser entregados al término de cada Misa el 8 de mayo. Lo mismo ocurrirá este 8 de mayo con el manto que acaba de ser retirado. Las estampas, en general más de 70 mil, serán entregadas al término de cada Misa, que por la Festividad se celebrará con periodicidad y en horarios dominicales.