Argumentando como el pontífice a favor de una "primavera demográfica", la jefe del gobierno italiano defendió el "enfoque subsidiario" de sus políticas a favor de la familia y denunció las "grilletes de la ideología que cuestionan los fundamentos de la familia" .
Por tercer año consecutivo, el Papa Francisco participó en los Estados Generales sobre Tasas de Natalidad, un foro destinado a encontrar soluciones para combatir el invierno demográfico en Italia, al que acuden los principales actores de la vida política, económica y social del país. En el escenario del anfiteatro de la Conciliazione, a pocos metros del Vaticano, se encontró con la presidenta del Consejo Italiano, pronunciando cada uno un discurso ante un público repleto de escolares, activistas y periodistas.
"Los niños no son bienes individuales, sino personas que contribuyen al crecimiento de todos, aportando riqueza humana y generacional", defendió el Papa en su intervención. Se mostró alarmado por la tasa de natalidad "históricamente baja" alcanzada por Italia en 2022 -solo 393.000 recién nacidos, frente a 576.000 en 2008- y lo consideró un signo de "gran preocupación por el futuro".
Una sociedad "antifamiliar"
El Papa Francisco ha advertido contra una sociedad "donde todos deben hacerlo solos", o donde solo los ricos pueden permitirse el lujo de tener hijos. "Es injusto y humillante", insistió. Denunció la existencia de una "cultura antipática, incluso hostil a la familia" que estaría "centrada en las necesidades del individuo, donde se reivindican constantemente los derechos individuales".
También subrayó el "sentimiento de precariedad" que sienten las nuevas generaciones. En particular, destacó los "problemas reales" del desempleo juvenil, su dificultad para encontrar vivienda y sus salarios insuficientes. "Traer niños al mundo es visto como un compromiso de las familias", lamentó el pontífice, quien dijo que tal concepción "condiciona" a las generaciones más jóvenes. "Fundar una familia se convierte en un esfuerzo titánico, en lugar de ser un valor compartido, reconocido y apoyado por todos", dijo.
Meloni: subsidiariedad más que "asistencialidad"
Giorgia Meloni, tomando prestadas muchas expresiones del pontífice, destacó las políticas de ayuda que propugnaba su gobierno en materia de ayuda a la vivienda, o permisos parentales. La política, madre de una niña, reconoció entonces las dificultades que encuentran las mujeres que desean ser madres sin dejar de trabajar.
Luego defendió un enfoque "subsidiario" y no "dirigido", sin "asistencialidad", donde "se da prioridad a quien tiene un hijo a cargo". Insistiendo en que la disminución de la tasa de natalidad no era solo un problema material, lamentó la "falta" de capacidad para pensar en sí misma como una "sociedad vital".
Aseguró que haría todo lo posible para luchar contra el invierno demográfico, y calificó este problema como "en el centro de las preocupaciones" de su gobierno. Luego, dirigiéndose al Papa, le aseguró: "Santidad, haremos nuestra parte".
Natalidad e inmigración, insiste el Papa
El Papa y la Presidenta del Concilio se mostraron en perfecta sintonía durante su discurso, con la posible excepción del momento en que el Papa llamó a no oponerse a la natalidad y la "acogida" de los inmigrantes. Los describió como "dos caras de la misma moneda" que revelan el "grado de felicidad de una sociedad".
"Una comunidad feliz desarrolla naturalmente deseos de generación e integración, mientras que una sociedad infeliz se reduce a una suma de individuos que buscan defender a toda costa lo que tienen", insistió.
En su discurso, el pontífice volvió a atacar a quienes prefieren tener un "perrito" en lugar de un hijo, y denunció los otros "sustitutos privados y mediocres" que se ofrecen a las parejas jóvenes como "ganar dinero, apuntar a una carrera o a viajar, guardar celosamente el tiempo libre".
"El heroísmo de tanta gente no puede convertirse en excusa para todos", declaró finalmente el Papa Francisco, refiriéndose a las familias que, a pesar de un contexto hostil, siguen formándose. Antes de bendecir a varias mujeres embarazadas y sacarse fotos con los muchos niños presentes en la sala, insistió: "la familia no es parte del problema, sino de su solución".