Continuando con su serie de enseñanzas sobre el tema de la evangelización, el Papa meditó esta vez sobre la figura del mártir y primer sacerdote coreano san Andrés Kim Tae-gon (1821-1846), quien vivió en un contexto de "grave persecución de los Fe cristiana".
El Sucesor de Pedro, que visitó Corea en 2014, salió de sus apuntes para recordar que la primera evangelización del país "fue hecha por laicos", porque "no había sacerdotes". Y para lanzar a la multitud: "¿Somos capaces de algo así?".
El Papa invitó a los bautizados a preguntarse: "Yo, ¿cómo puedo evangelizar?". Se trata de hacer "la pequeña parte de uno, evangelizar a la familia, a los amigos, hablar de Jesús, evangelizar con el corazón lleno de alegría, lleno de fuerza", animó.
En su catequesis, el Papa Francisco relató en particular el episodio en el que André Kim "caminó sobre la nieve, sin comer, durante tanto tiempo que cayó al suelo, exhausto, con el riesgo de perder el conocimiento y congelarse en el lugar". Pero el joven sacerdote de repente escuchó una voz: "¡Levántate, camina!" ". Y pudo levantarse.
Para el Papa, esta experiencia nos hace comprender "un aspecto muy importante del celo apostólico", a saber, el "valor de levantarnos cuando caemos". Incluso los santos caen, observó el obispo de Roma, mencionando a San Pedro que "cometió grandes pecados" pero "se levantó de nuevo".
"Por difícil que sea la situación, que a veces parece no dejar espacio para el mensaje del Evangelio, no debemos dejarlo ir y no debemos renunciar a perseguir lo que es esencial en nuestra vida cristiana, que es la evangelización", insistió el pontífice.
El Papa también dijo que André Kim tuvo que referirse a "un signo de reconocimiento" para identificar la identidad cristiana de su interlocutor sin ser desenmascarado. "Primero, hubo una señal de reconocimiento previamente acordada; luego, subrepticiamente, hacía la pregunta: ‘¿Eres un seguidor de Jesús?’". Una expresión que "resumía toda la identidad del cristiano", observó el Papa Francisco.