Para el 25 de mayo, locro, comida patria como han hecho muchas parroquias argentinas para financiar sus proyectos. Música en vivo, decoración, y toda la elegancia posible en el salón parroquial.
Pero a la semana siguiente, comida italiana, con cocina en vivo y cena show, también con el sacerdote de responsable de cocina. Y a la siguiente, comida de autor. También con animación en vivo, y máxima distinción.
La cena show, más allá de perseguir un fondo que permita encarar las obras que garanticen que la centenaria parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Larroque, Entre Ríos, siga de pie, une a la comunidad, e incluso acerca a los que estaban alejados de ella.
¿Por qué?
Algunas fisuras en las paredes y en el piso del templo parroquial, que el 2022 celebró sus primeros cien años de vida, llamaron la atención del padre Carlos Stadler. Los expertos consultados llegaron a la conclusión de que la estructura de la parroquia había cedido y era prudente iniciar una obra que la refuerce.
Y en diálogo en la secretaría parroquial, comenzaron a pergeñar que el cura, cocinero amateur, más conocido por iniciativas pastorales asociadas al ciclismo, cocine para la comunidad. Y en vivo.
El aniversario del primer gobierno patrio, 25 de mayo, cocinó empanadas caseras, locro, y dulce de zapallo casero. Acompañaron en la organización miembros de la comunidad que animaron el elegante evento. El 2 de junio se honró a la comunidad italiana, con bruschetta, pasta y helado. El 9 de junio «Cocina de autor», con una fusión de comida francesa y venezolana. Y para la última prevista, una noche de «Baúl de los recuerdos».
El salón parroquial y la vida social del pueblo
Conversando con Aleteia, el padre Stadler explicó los alcances de este proyecto pastoral en un pueblo que bien podría inspirar a proyectos similares en otros pueblos de tantísimos países. En esta iniciativa, es central la importancia que tiene el salón parroquial para la vida social del pueblo.
Antiguamente, en este pueblo de no más de 10 mil habitantes, el salón era incluso el teatro del pueblo; en él funcionaba la escuela de teatro. La recuperación del salón, le parecía al párroco, tenía un caracter evangelizador, como «una puerta de conexión entre lo social y la Iglesia».
En la propia génesis organizativa de las cenas se fue viendo los resultados de esta iniciativa con ese propósito. Porque por un lado en el grupo de trabajo colaboran desde la secretaría, Cáritas, liturgia, catequesis de familia, movimiento de familia. Pero también se fueron sumando solidariamente vecinos que no participan activamente de la vida parroquial. Y en cuanto a los comensales, también se sumó gente distinta, e incluso no se han repetido los grupos.
El proyecto parroquial, de por sí, ya suma, reúne, atrae a la parroquia. Pero están apareciendo nuevos desafíos, como contaba a Aleteia el padre Stadler, como una serie de streaming junto a un canal de televisión de Gualeguaychú, la ciudad más importante de los alrededores. En este proyecto se podría ir profundizando el perfil evangelizador de la propuesta.
El desafío evangelizador propuesto por el Papa
Escribía el papa Francisco en Evangelii Gaudium: «La parroquia no es una estructura caduca; precisamente porque tiene una gran plasticidad, puede tomar formas muy diversas que requieren la docilidad y la creatividad misionera del Pastor y de la comunidad. Aunque ciertamente no es la única institución evangelizadora, si es capaz de reformarse y adaptarse continuamente, seguirá siendo “la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas” ».
La comunidad parroquial de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Larroque Entre Ríos, está en camino viviendo con creatividad ese desafío evangelizador propuesto por el Papa. Como tantas otras en tantos otros pueblos donde el salón parroquial, donde la parroquia, alguna vez, supo ser epicentro de la vida social. Cocina el padre, recibe la comunidad y el pueblo invitado.