Hay rimbombantes anuncios de supuestos milagros atribuidos a acontecimientos luego explicados por la ciencia, o por el obrar humano. Otros, solo posibles a los ojos de la fe, han dado múltiples y duraderos frutos espirituales.
Por eso, manda y propone la Iglesia ante cada caso de supuesta índole sobrenatural se conduzca una investigación lo más completa posible. Así ocurrirá en Santa Fe, en la localidad de Coronda, donde el Arzobispado local, aún respetando y resguardando a los testigos presenciales, ya inició las pesquisas para discernir la posibilidad de que la Virgen María se haya manifestado mediante una imagen de Nuestra Señora de la Dolorosa que habría derramado lágrimas de sus ojos, en la parroquia San Jerónimo.
Una niña lo dijo
Así lo afirma un grupo de personas que estuvo el viernes 9 de junio por la noche en el templo, para lo que se anunció sería una misa por los enfermos. Según relataron a medios locales, tras la misa, una niña de unos 8 años habría visto a la Virgen derramar lágrimas, tras lo que avisó a sus padres y al resto de los presentes.
Según los testimonios, el grupo, al verificar lo que la niña decía, y al percibir lo mismo, constataron la humedad, y quedaron maravillados y conmovidos. La experiencia incluso se afirmó desde la cuenta de la Capilla Niño Jesús, de Coronda. Y luego en varios medios locales.
Marcelo Blanche, vicario general del Arzobispado, explicó al canal Telefé de Santa Fe: «A todos nos sorprendió, porque a veces Dios tiene estas cosas, aparece de manera sorpresiva y en el lugar donde menos lo espera. Primero la sorpresa, luego de la sorpresa uno empieza a escuchar todos los comentarios. Ahí es donde el obispo como encargado de las parroquias, de las comunidades de la diócesis, tiene que tomar cartas en el asunto. Y entonces lo primero que hizo el obispo fue ponerse en contacto con el párroco, porque esta situación se dio en una celebración litúrgica, en una misa, entonces el obispo le pide al párroco que empiece lo que se llama a levantar actas, a explicar lo que sucedió».
«Esto se ha de hacer sin poner opiniones o subjetividades; es un relato objetivo de lo que sucedió en ese momento y ahí, en eso, estamos ahora. El obispo le pide al párroco, que es el padre Sergio Capocetti, que empiece a elaborar un escrito donde él va contando cómo sucedieron los hechos», completó.
Prudencia
Aún con la emoción de lo que podría ser un signo de la Virgen, en una imagen de la Virgen Dolorosa, derramando lágrimas en momentos de desesperanza de muchos, y manifestándose ante niños como muchas veces ha elegido Dios, el vicario llamó a «ser muy prudente en estas cosas».
«La prudencia y el discernimiento que es lo que ahora empieza, ese trabajo, la prudencia para no acelerar los procesos. Y el discernimiento para saber bien si es de Dios, si acá Dios quiere manifestar algo porque cuando Dios tiene esta muestras de fe es porque seguramente quiere manifestar algo. Entonces eso es lo que tendremos que ir viendo en los días sucesivos», prosiguió.
La imagen de la Virgen se conservará en ese lugar, confirmó, por lo que «privadamente los que quieren a rezar delante de esa imagen lo pueden hacer con total libertad, y con con mucha devoción. No se puede hacer algo público en el sentido de cuando la Iglesia autoriza algo, confirma algo. Por ahora está en el ámbito de esa devoción privada que cualquier fiel pueda hacer delante de cualquier imagen».
En declaraciones a Aire de Santa Fe, el arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, explicó en línea con lo que expresado por el vicario, y aclaró que hasta el momento gran parte de lo oficialmente recogido es a través de los medios de comunicación.
Aún así, ante el relato y mientras se avanza con el discernimiento, pidió preservar a la niña, a los familiares, y también respetar la experiencia de los fieles que han sido testigos, aún cuando lo que corresponda ahora sea una completa pesquisa que con el tiempo, eventualmente, podría llegar a consultas y pedidos de confirmación en la Santa Sede. Por ahora, aclaró, se trata de una instancia de investigación local.
Paciencia
En el camino de discernimiento hay que tener paciencia. Como explicó monseñor Fenoy: «Cuando ha pasado un tiempo y se comprueban que esos frutos son buenos, son evangélicos, recién ahí se puede emitir un juicio sobre que ha sido algo sobrenatural o no».
«Los frutos significan mayor espíritu de oración, conversión de las personas que van, mayor espíritu de servir a los demás... (…) son frutos espirituales, no sobre las cosas en sí», completó.
Puede la prisa y la emoción por lo que parece evidente apresurar el juicio de todos nosotros, sobre todo en momentos de desesperanzas. Pero hay casos documentados que alcanzaron amplia difusión mediática que luego de pesquisas se comprobó hubo alguna confusión, o incluso malicia.
Otros que no se evidenció nada que explique racionalmente lo sobrenatural, y quizá no obtuvieron aún amplia difusión. Y otros que de revelaciones personales se convirtieron en centros de peregrinación, y con el tiempo llegó la confirmación de la Santa Sede. Una gracia de tal naturaleza requiere prudencia. Y los frutos espirituales en esos casos valen la pena la prudencia a la que invita la Iglesia.