En enero se cumplirán 2 años desde que Aletea Family empezó ofrecer un novedoso servicio en 5 idiomas, gracias a la Fundación DeClausura y su red de monasterios. Un servicio en el cual podemos descansar nuestra alma, y empezar a formar parte de esta red. Con él, tienes un lugar donde acudir para compartir tus preocupaciones e inquietudes, esperanzas y consuelos.
Y ahora que llega el verano, los 550 conventos y monasterios no cierran por vacaciones, un regalo que podemos seguir recibiendo, desde nuestros lugares de veraneo.
Los conventos de contemplativos son lugares donde hombres y mujeres se dedican exclusivamente a Dios en el silencio, la soledad y la alabanza. Su vida está centrada en la oración, que es el modo de entrar en comunión con el Señor y de interceder por el mundo.
La oración de los contemplativos no es una actividad más entre otras, sino que es una forma de ser, una actitud del corazón que busca el rostro de Dios en todo momento y lugar. La oración contemplativa es una mirada de fe, fijada en Jesús, una escucha de la Palabra de Dios, un silencioso amor.
La oración contemplativa no es algo reservado a unos pocos elegidos, sino que es la vocación de todo cristiano que quiere seguir a Jesús y vivir en su amistad. Sin embargo, los contemplativos tienen un carisma especial para vivir esta dimensión de la vida cristiana con mayor intensidad y radicalidad, renunciando a todo lo que pueda distraerles o apartarles de Dios.
Estar en el mundo sin ser del mundo
Los contemplativos son un don para la Iglesia y para el mundo, porque con su oración sostienen la fe y la esperanza de sus hermanos, especialmente en los momentos difíciles. Su testimonio de vida evangélica es una luz que ilumina el camino hacia Dios y una llamada a la conversión. Su presencia silenciosa y oculta es una fuerza que transforma la realidad desde dentro.
Los contemplativos no se aíslan del mundo, sino que lo aman con el corazón de Cristo. Su oración es portadora de vida para la multitud, porque se ofrece como sacrificio de alabanza y reparación por los pecados del mundo. Su oración es también misionera, porque abre el corazón a las necesidades y las alegrías de todos los pueblos.
Los conventos de contemplativos son lugares sagrados donde se respira el amor de Dios y se vive la alegría del Evangelio. Son escuelas de oración donde se aprende a contemplar a Dios en la naturaleza, en la liturgia, en la Palabra, en el rostro humano. Son oasis de paz donde se puede experimentar el encuentro personal con el Señor que nos mira con amor.
No dejes de recibir, este regalo único. Gracias a la Red de Oración con los Monasterios, cientos de hombres y mujeres consagrados a Dios han ofrecido la Santa Misa por la intención que has compartido, en la misa dominical, presentando ante el Señor por parte de los 550 monasterios que forman parte de esta red, gracias a la colaboración de la Fundación DeClausura.
Ya no estarás solo. Desde ahora formas parte de esa comunión espiritual que la oración crea entre los creyentes en Jesucristo.
¿Cómo colaborar?
Puedes difundir el servicio de la Red de Oración con los Monasterios entre tus familiares y amigos: ahora tú puedes ser el puente para muchas personas que necesitan oración. Para hacerlo, comparte este enlace: https://es.aleteia.org/intencion-de-oracion/
Además, tienes la posibilidad de colaborar con un donativo al sostenimiento de estas comunidades para que no desaparezcan. Puedes ofrecer tu donativo a través de la Fundación DeClausura, que se dedica a ayudar a estas comunidades y que coordina nuestro servicio. Web, también tus donativos https://declausura.org/donativos
Y, por último, puedes apoyar la vida contemplativa comprando los productos o servicios que generan sus comunidades. Pueden convertirse en el mejor regalo que hagas a tus seres queridos y, además, harás una obra de ayuda importante a los monasterios. Puedes encontrar un catálogo de sus productos en https://www.declausura.com