Los sacerdotes de la Arquidiócesis de Arequipa (alrededor de 150) en Perú vivieron un día singular el pasado 22 de junio. Según informó la Iglesia del país sudamericano, junto al obispo Javier del Río y el auxiliar Raúl Chau peregrinaron al Santuario de la Virgen de Chapi que está ubicado en el distrito de Poblaya a las afueras de Arequipa.
Lo hicieron con el fin de renovar su consagración a la Virgen, conocida popularmente como la «Mamita» de Chapi, al tiempo de aprovechar la ocasión también para poner bajo su manto a la comunidad de fieles que les han sido confiadas.
Santificación
La Iglesia de Perú subrayó que se trató de una peregrinación convocada por el arzobispo local con motivo de la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes.
Es por eso que esa instancia reunió tanto a los presbíteros de la Arquidiócesis de Arequipa como a los diáconos que serán próximamente ordenados sacerdotes.
Un momento especial en el santuario
El santuario dedicado a la Virgen de Chapi en Poblaya se encuentra aún en proceso de construcción y está próximo a concluirse.
Fue durante esa peregrinación que los sacerdotes pudieron visitar también lugares como el bautisterio, la capilla del Santísimo y la capilla de la Sagrada Familia.
Posteriormente, añade la Iglesia de Perú, «contemplaron la iconografía en mosaicos que ocupa los más de 500 metros cuadrados del ábside con diversas escenas de la vida de la Virgen María, desde la anunciación hasta su coronación como Reina y Señora de todo lo creado».
Por último, y tal vez en el momento más importante de esa peregrinación, los sacerdotes acudieron a la capilla de la Virgen de Chapi para rezar el rosario por su santificación. Pero también rezaron por la arquidiócesis y el papa Francisco.
Fue gracias a este gesto que los sacerdotes pudieron partir desde el santuario hacia sus respectivas parroquias y conventos con una alegría especial que solamente la pude ofrecer poner todo en manos de la «Mamita», la Virgen de Chapi.
Uno de los mayores centros de devoción en América Latina
La Virgen de Chapi es reconocida como una de las advocaciones marianas más famosas de Perú y guarda la particularidad de ser un sitio de devoción a 2.000 metros sobre el nivel del mar en una zona por lo general seca y árida.
En ese sentido, la festividad del pasado 1 de mayo volvió a convocar a miles de peregrinos, quienes se acercaron a la Virgen de Chapi para agradecer y poner a sus pies diversas intenciones.
En tanto, más allá del amor de las personas vinculadas a Arequipa, cuyo centro histórico ha sido declarado en 2000 Patrimonio Cultural de la Humanidad, esta vez lo único que cobró protagonismo fue este encuentro especial entre los sacerdotes y la Virgen.