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Un fiel compositor católico en el mundo anglicano

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Martín Susnik - publicado el 04/07/23
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A 400 años de su muerte recordamos a William Byrd

Las efemérides musicales indican que este 4 de julio se cumplen 400 años del fallecimiento del compositor inglés William Byrd. Había nacido en Londres en 1542 ó 1543. Fue alumno de Thomas Tallis. Trabajó como organista de la Catedral de Lincoln, corista y organista de la Capilla Real, pero se destacó especialmente como uno de los mejores contrapuntistas y prolíficos compositores de la Inglaterra de aquella época.

Algunos lo denominaban "el Palestrina inglés" por su talento para escribir madrigales y obras sacras corales. También compuso una gran cantidad de obras para órgano, sin embargo, su renombre se fundamenta principalmente en sus composiciones religiosas.

Ahora bien, desde el punto religioso precisamente, aquellas no eran épocas fáciles. Especialmente no para un católico en Inglaterra, como lo experimentó él en persona y también Tallis, su maestro.

Recordemos que Inglaterra se separó de Roma en 1534 durante el reinado de Enrique VIII, quien no logró obtener la pretendida nulidad de su matrimonio con Catalina de Aragón. El papa Clemente VII, inicialmente favorable a la solicitud del monarca, la terminó rechazando con auspicio de Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que el rey de Inglaterra, otrora un devoto católico proclamado "Defensor de la Fe" por su refutación del luteranismo, decidió convertirse en Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra, rompiendo así con Roma.

De todas maneras, Enrique VIII se mantuvo cercano a las tradiciones doctrinales y litúrgicas del catolicismo, pero con su hijo Eduardo VI (1547-1553), la iglesia sí llegó a ser teológicamente protestante. Durante el reinado de María I (hija de Enrique con Catalina) en 1955 se produjo un retorno a la Iglesia Católica, pero a partir de 1958, bajo el gobierno de Isabel I se estableció una Iglesia de Inglaterra claramente protestante, aunque moderada, dado que se reconocía su herencia católica y apostólica.

En lo que se refiere a Tallis, que era católico declarado, y gracias a su extraordinaria eminencia como músico, mantuvo su nombramiento en la capilla a pesar de que se aferró firmemente a su antigua fe en medio de todos los cambios. La misma Isabel se confabuló para la retención de Tallis en sus posiciones en la corte. Junto con Byrd obtuvo el valioso monopolio de imprimir música y papel pautado de música desde 1575 hasta su muerte, y la reina Isabel le regaló tierras valoradas en 30 libras esterlinas por año, así como varios diezmos.

Byrd, por su parte, tuvo sus propios problemas. Su esposa fue acusada de "recusación" y quedó expuesta a sanciones por no asistir a oficios religiosos anglicanos del Estado. Incluso él mismo apareció en las listas de recusación de 1584.

En aquellos años el catolicismo se identificaba poco menos que con la sedición, especialmente tras la bula que Pío V emitió en 1570, en la que excomulgó a la reina Isabel. En 1583, Byrd tuvo también graves inconvenientes debido a que lo relacionaban con el complot de Throckmorton, el intento de los católicos de asesinar a la reina Isabel I de Inglaterra para sustituirla por María Estuardo. Debido a estos hechos, se le prohibió ser miembro de la Chapel Royal durante una época.

Según estudiosos, la dedicación de Byrd a la causa católica se manifiesta en algunos de sus motetes, de los cuales 50 fueron compuestos entre 1571 y 1591. Mientras que los motetes de Byrd y Tallis de 1575 incluidos en Cantiones contienen un tono anglicano muy alto, eruditos como Joseph Kerman han detectado un cambio profundo en los textos que Byrd insertó en sus motetes en la década de 1580.

En ellos encontramos un énfasis en temas como en la persecución de las personas elegidas (Domine praestolamur) mientras que Domine tu iurasti se refiere a la cautividad del pueblo egipcio, por citar algunos ejemplos que pueden prestarse a tales interpretaciones.

De todas maneras, su adhesión al catolicismo no fue impedimento para que Byrd contribuyera al repertorio de la música anglicana. El himno "O Lord, make the servant Elizabeht our Queen" es muestra de ello.

La relevancia de Byrd como compositor inglés del renacimiento se manifestó en el hecho de que en la reciente coronación de Carlos III han sido seleccionadas varias de sus obras para formar parte del repertorio de la ceremonia: la "Earl of Oxford's March", el "Gloria in Excelsis Deo", y el himno "Prevent us, O Lord".

Lo cierto es que, a pesar de las dificultades, Byrd permaneció fiel a sus convicciones católicas. En su última voluntad y testamento oró pidiendo "que yo pueda vivir y morir como verdadero y perfecto miembro de la Santa Iglesia Católica sin la cual creo que no hay salvación para mí".

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