Pese a la polémica suscitada años atrás cuando dieron a conocer sus primeras parodias de figuras religiosas utilizando muñecas, unos artistas argentinos volvieron a realizar una polémica intervención sobre la popular muñeca Barbie —suceso estos meses por la película estrenada en todo el mundo— y la asociaron a la Virgen de Luján.
La parodia presenta una imagen de la popular muñeca revestida con manto de similares características al de la patrona argentina, con una luna a sus pies, corona y demás. Pero en vez de ser revestida de celeste y blanco, lo está en distintas tonalidades de rosa, propias no solo de la muñeca Barbie, sino de la campaña de promoción que desde su producción se está dando en todo el mundo.
Otras intervenciones de los artistas, presentadas en cajas similares a las que se usarían para vender cualquier producto de Mattel, revisten a estas muñecas como la Medalla Milagrosa, la Virgen de los Dolores, de Guadalupe, San Sebastián, Cura Brochero, e incluso, hacen referencia a Cristo Crucificado con la figura de Ken. Esta última, junto con la de la Virgen de Luján en rosa —color exacerbado por la promoción de la película— son las que más se han viralizado estos días.
Desde hace cerca de diez años Pool&Marianela se dan a conocer por su colección «The plastic Religion». Y algunas de las figuras que hoy, ante el estreno de Barbie, volvieron a protagonizar discusiones en redes sociales ya fueron presentadas al menos en sus redes sociales algunos meses atrás. Se trata de la misma pareja de artistas responsable de la torta con la imagen de Jesucristo expuesta en Buenos Aires, y también en Estados Unidos.
Los responsables suelen insistir en entrevistas que son creyentes y refieren incluso a un momento en el que pudieron entregar una Barbie al Papa Francisco, imagen que no estaba tan intervenida ni parodiada como otras. Según suelen decir su propósito es «reflejar la interpretación del culto religioso que hace el niño», y también, obviamente, como reconocen, confundir y provocar.
Símbolos sagrados
«Para los creyentes, la Virgen de Luján es la patrona de los argentinos y la devoción es altísima; con lo cual esto puede tomarse como una ofensa», expresó ante la difusión de las imágenes el periodista argentino que sigue temas de religión Sergio Rubín. «Se trata de una manipulación de un símbolo sagrado para millones de argentinos», completó en la señal TN
Si bien los mismos artistas han manifestado que la imagen que le entregaron en una audiencia pública al Papa Francisco no lo hizo mostrarse ofendido; en su momento, ante la obra de otro artista argentino que ofendía los símbolos sagrados, el cardenal Jorge Bergoglio se había expresado así:
«Desde hace algún tiempo se vienen dando en la Ciudad algunas expresiones públicas de burla y ofensas a las personas de nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María; como asimismo diversas manifestaciones contra los valores religiosos y morales que profesamos. Hoy me dirijo a ustedes muy dolido por la blasfemia que es perpetrada en el Centro Cultural Recoleta con motivo de una exposición plástica (…) Jesús ya nos había advertido que sucederían estas cosas y, con mucha ternura, nos dijo que no tuviéramos miedo, que somos su pequeño rebaño, que perseveráramos en la lucha por la fe y en la caridad, esperando en El, orando con verdadera confianza de hijos al Padre que nos quiere. Frente a esta blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad les pido que, todos unidos, hagamos un acto de reparación y petición de perdón».
Estas palabras, en torno a la obra de León Ferrari, también se referían a la presentación del artista en un espacio solventado por fondos públicos. En esta ocasión, por el momento, la parodia se da en el ámbito privado de los artistas y sus redes sociales, amplificada por los medios de comunicación; pero su crítica a la religión, como si fuese una elección de consumo masivo, es igualmente respondida en las redes sociales por creyentes que dan cuenta que el sacrificio de Jesucristo en la cruz, o la entrega de María fueron mucho más que un juego de niños.