El regreso a clases es de los momentos más estresantes para muchos papás, ya que comienza toda una revolución de cosas pendientes, sin mencionar el gasto económico fuerte; pero también el hecho de tener que acomodar los tiempos en las agendas de ambos padres para coordinarse en llevar y recoger a los hijos en la escuela, la compra de los útiles, uniformes, etcétera.
Quizá en lo que menos se piensa en esos momentos es en el tema espiritual, por eso, en Aleteia te queremos presentar a 5 Santos a los que puedes encomendar a tus hijos en este regreso a clases.
1Santo Domingo Savio
Alumno de San Juan Bosco, santo Domingo Savio fue un joven estudiante que para ir a la escuela recorría, con sus 10 años de edad, 18 kilómetros diarios, sin importar el estado del clima. Un adolescente con una voluntad fuerte, sostenida por la gracia de la amistad con Jesús y María.
En una ocasión se acercaron algunos compañeros de Domingo con Don Bosco para hacerle notar la ausencia de su compañero; de inmediato se dirigió san Juan Bosco a la iglesia donde por la mañana había participado en la Misa y había comulgado, y allí lo encontró junto al altar, inmóvil, con los ojos fijos en el Sagrario desde hacía 7 horas. Lo llamó por su nombre y no obtuvo respuesta; tuvo que tocarlo en el hombro para que se diera cuenta y, al enterarse de que ya estaban almorzando, pidió humildemente perdón a Don Bosco por la trasgresión a las reglas de la casa.
Murió el 9 de marzo a la edad de 14 años y fue declarado santo por el Papa Pío XII el 12 de junio de 1954.
2San Juan Bosco
Por su dedicación a la formación de niños y jóvenes fue declarado "padre y maestro de la juventud" por el Papa San Juan Pablo II el 24 de mayo de 1989. Giovanni Melchiorre Bosco, conocido por todos como Don Bosco, fue el fundador de diversas comunidades, agrupaciones, escuelas, e iniciativas que componen lo que se conoce como la Familia Salesiana.
Para San Juan Bosco, la educación era la clave para aliviar la pobreza y el sufrimiento, desarrollando así métodos de enseñanza basados en el amor en lugar de castigo.
Murió el 31 de enero de 1888, en Turín y fue canonizado por el Papa Pio XI en 1934.
3San José Calasanz
San José de Calasanz fue un presbítero que puso en marcha escuelas populares para instruir a niños y adolescentes en el amor y la sabiduría del Evangelio. Fundó en Roma la Orden de Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías.
San José de Calasanz es uno de los precursores de la pedagogía moderna, esparció su teoría sobre la educación en diversas cartas, reglamentos y escritos de carácter práctico.
Creó, organizó y sistematizó la enseñanza escolar graduada por niveles y ciclos en la enseñanza primaria y una cierta formación profesional.
Murió en Roma el 25 de agosto de 1648, canonizado el 16 de julio de 1767 por el Papa Clemente VIII, y el Papa Pío XII le declaró, en 1948, «celestial patrono de todas las escuelas populares cristianas».
4San José de Cupertino
En comparación con los otros santos antes mencionados, san José de Cupertino presentaba siempre dificultades para el estudio, tanto que cuando iba a ser su ordenación sacerdotal, al momento de presentar su examen se trababa y no sabia contestar; el pobre Fray solo era capaz de explicar bien una sola frase: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús".
Estaba asustadísimo pero al empezar el examen el padre superior dijo «voy a abrir el Evangelio y la primer frase que salga esa es la que tendrán que explicar» y milagrosamente salió la unica frase que este santo sabía explicar.
San José de Cupertino es, sin duda, uno de los grandes intercesores de todos los estudiantes, especialmente de aquellos que como él, se les dificulta el estudio. En su santuario en Osimo sigue creciendo la documentación que testifica su intercesión.
Murió el 18 de septiembre de 1663 y el 16 de julio de 1767 fue canonizado por el Santo Padre Clemente XIII
5Santo Tomás de Aquino
El filósofo y teólogo es considerado patrono de los estudiantes, de las universidades y escuelas católicas. Santo Tomás de Aquino es unas de las figuras más importantes de la historia del pensamiento; revolucionó la forma de explicar la fe y la naturaleza, con una calidad tal que sigue vigente en nuestros días.
Murió el 7 de marzo de 1274, a la edad de 49 años y fue declarado santo en 1323.
Con esta oración bíblica, Santo Tomás le decía al Señor que le otorgara el don de la Sabiduría. Dice así:
«Oh Dios misericordioso: envíame la Sabiduría que asiste junto a Ti. Mira que soy un ser débil, demasiado pequeño para lograr conocer qué es lo que más te agrada a Ti. Sin la sabiduría que procede de Ti, no seré estimado en nada. Contigo está la sabiduría que te asistió cuando creabas el mundo, la sabiduría que nos enseña qué es lo más grato a tus ojos y lo que más nos conviene hacer. Envíame tu sabiduría desde el cielo para que me asista en mis trabajos y me ilumine qué es lo que más te agrada en cada momento. Que ella me guíe prudentemente en todas mis obras.» (Sab. 9, 1-11)
Amén.