Criticando la "cultura del despilfarro" en la que "millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos", el Papa invita a todos a mirar cara a cara la pobreza y a tener en cuenta a los invisibles de la sociedad.
"Una persona sin hogar que muere en la calle nunca aparecerá en la primera página de los buscadores de Internet ni en los informativos de televisión", lamenta el Papa Francisco en su video de oración de septiembre, difundido este martes 29 de agosto de 2023 por la Red Mundial de Oración del Papa. El sucesor de Pedro pide rezar por todas las personas que viven al margen de la sociedad.
"¿Cómo permitimos la 'cultura basura' en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos?", desafía al Papa Francisco en este video donde habla en español. "Con el tiempo, nuestro cuello se endurecerá al mirar hacia otro lado", advierte. El Papa, el primero que eligió el nombre de Francisco en homenaje al Poverello de Asís, aboga por el establecimiento de "una cultura de acogida" destinada a quienes están marginados "por razones de pobreza, dependencia, enfermedad mental o discapacidad".
"Oremos para que las personas que viven al margen de la sociedad, en condiciones de vida inhumanas, no sean olvidadas por las instituciones y nunca sean rechazadas", concluye el Papa.
700 millones de personas por debajo del umbral de pobreza
Según las Naciones Unidas, más de 700 millones de personas, o el 10% de la población mundial, viven en la pobreza extrema, con dificultades para satisfacer incluso las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso al agua. La Red Mundial de Oración del Papa, que transmite cada mes una intención especial del Papa, informa que 1.600 millones de personas viven en condiciones de vivienda inadecuadas. Recuerda que entre el 80 y el 90% de las personas con discapacidad y en edad de trabajar están desempleados.
El padre Frédéric Fornos, director internacional de la Red, señala que el Papa Francisco pide un enfoque diferente ante la pobreza y la exclusión. “Consiste en orar, porque la oración transforma nuestro corazón, cambia nuestra mirada y nos abre a los demás, especialmente a los más vulnerables”.