¿Cómo hacen frente los monasterios de clausura a la subida de los precios de la luz, el gas, el agua y los alimentos básicos? ¿Cómo logran mantener sus edificios históricos y su actividad productiva? ¿Qué iniciativas han surgido para apoyar su sostenibilidad y visibilidad?
El trabajo artesano y el voto de pobreza
La vida monástica ha sido sostenible a lo largo de los siglos gracias al trabajo artesano y al voto de pobreza. Los monjes y las monjas elaboran productos de calidad que venden a través del torno o de tiendas online. Algunos ejemplos son los dulces, las mermeladas, hostias, jabones, velas, iconos, bordados, libros o música.
Además, los monasterios de clausura cuentan con el apoyo de laicos que colaboran con donativos, voluntariado o compras solidarias. Estas ayudas son muy necesarias para cubrir los gastos fijos y extraordinarios que supone vivir en edificios antiguos que requieren una constante conservación y adaptación.
La pandemia, un desafío y una oportunidad
La pandemia del coronavirus ha supuesto un duro golpe para la vida contemplativa. Muchas comunidades han sufrido la pérdida de hermanos y hermanas por la enfermedad o la edad. Otras han visto reducidos sus ingresos por la caída de las ventas, la falta de huéspedes o el cierre temporal de sus obradores.
Sin embargo, la pandemia también ha sido una oportunidad para renovar la confianza en Dios, intensificar la oración por el mundo y buscar nuevas formas de comunicación y evangelización. Algunos ejemplos son las redes sociales, las plataformas digitales o las campañas solidarias.
Una de estas iniciativas es la Fundación DeClausura, que tiene como misión dar a conocer la razón de ser, la belleza y la importancia de la vida contemplativa y ayudar al sostenimiento de los monasterios y conventos. Entre sus actividades se encuentran la asesoría, el acompañamiento, formación, venta de productos o gestión de donaciones.
La Fundación DeClausura es una organización sin ánimo de lucro que tiene como misión dar a conocer la razón de ser, la belleza y la importancia de la vida contemplativa y ayudar al sostenimiento de los monasterios y conventos de clausura en España.
La fundación también difunde el patrimonio espiritual, material, inmaterial y cultural de la vida monástica a través de su página web, sus redes sociales y sus publicaciones. Además, facilita el envío de peticiones de oración a los monjes y monjas de clausura y organiza actividades y eventos relacionados con la vida contemplativa. Fue creada en 2021 por la entidad Familia Humanitate, que apoya la labor educativa, social y pastoral de la Iglesia católica.
Ejemplo de éxito de la Fundación DeClausura fue la campaña que lanzaron durante la pandemia, "Tu clausura, mi clausura", que se lanzó durante el confinamiento para recaudar fondos para 152 monasterios en España que se encontraban en situación crítica. Gracias a las aportaciones de miles de personas se logró recaudar casi 150 mil euros que se repartieron entre las comunidades necesitadas.
Les animamos a que entren en su web y ayuden a esta fundación a seguir cuidando de uno de los tesoros más preciados de la Iglesia: la vida contemplativa.