Figura influyente de la Curia, el cardenal argentino Leonardo Sandri cumplió 80 años el 18 de noviembre de 2023, por lo que perdió su condición de cardenal elector, tal y como exige el derecho canónico, así como su papel de decano durante un futuro cónclave. El Colegio Cardenalicio cuenta ahora con 135 cardenales electores y 106 cardenales no electores.
Leonardo Sandri, muy cercano a Juan Pablo II y su adjunto en la Secretaría de Estado, fue el encargado de anunciar oficialmente la muerte del Papa polaco el 2 de abril de 2005. Posteriormente, fue Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales durante más de 15 años, de 2007 a 2022.
El cardenal Sandri sigue siendo vicedecano del Colegio Cardenalicio, pero ya no será el cardenal llamado a asumir el papel de decano encargado de presidir un eventual cónclave, como ha sido desde enero de 2020. Este papel se confía ahora al cardenal italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado de la Santa Sede. Dada su edad -68 años-, el cardenal Parolin tiene muchas posibilidades de ser el decano durante el próximo cónclave.
Al igual que el Papa Francisco, el argentino Leonardo Sandri procede de Buenos Aires y nació en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Sus antepasados procedían de la provincia de Trento. Tras estudiar filosofía y teología, se ordenó sacerdote en 1967 y ejerció como vicario parroquial y luego como secretario particular del arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Juan Carlos Aramburu.
Una larga carrera a la sombra de Juan Pablo II
En 1970, el cardenal Aramburu decidió enviarle a estudiar a la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Al año siguiente, en 1971, ingresó en la Pontificia Academia Eclesiástica, que forma al personal diplomático de la Santa Sede. Completó su formación en 1974 en la Nunciatura de Madagascar, Mauricio, las Comoras y la Isla Reunión, en el Océano Índico.
Durante doce años, de 1977 a 1989, Leonardo Sandri desempeñó la estratégica función de secretario de varios adjuntos de la Secretaría de Estado (arzobispo Giovanni Benelli, arzobispo Giuseppe Caprio, arzobispo Eduardo Martínez Somalo y arzobispo Edward Idris Cassidy). Posteriormente fue enviado como asesor a la importante nunciatura en Estados Unidos y se convirtió en observador permanente adjunto de la Santa Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
En 1991, fue llamado a Roma y nombrado Regente de la Prefectura de la Casa Pontificia, cargo que compaginó a partir de 1992 con el de Asesor de la Sección de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado. En 1997, fue nombrado nuncio en Venezuela por primera vez y recibió la consagración episcopal. Tres años más tarde, en 2000, Juan Pablo II le nombró nuncio en México.
Permaneció sólo unos meses, pues fue llamado de nuevo al Vaticano para ser sustituto para Asuntos Generales en la Secretaría de Estado. En este cargo, uno de los más importantes de la Curia Romana, monseñor Sandri ayudó a preparar todos los viajes apostólicos y acompañó al Papa Juan Pablo II a Grecia, Siria, Malta, Ucrania, Kazajstán, Armenia, Azerbaiyán, Bulgaria, Toronto, Guatemala, México, Polonia, España, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovaquia, Suiza y Lourdes en Francia.
Encargado de las Iglesias orientales
Tras la muerte de Juan Pablo II, Benedicto XVI confirmó en su cargo al arzobispo Sandri. Acompañó al pontífice alemán a Colonia, Polonia, Valencia, Baviera, Turquía y Brasil. En 2007, Benedicto XVI le nombró finalmente Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el poderoso dicasterio que administra y coordina la vida de las Iglesias orientales católicas. El Papa alemán le creó entonces cardenal.
En 2014, un año después de su elección, el Papa Francisco confirmó al cardenal Sandri en su cargo. Como muestra de su importancia en el Colegio Cardenalicio, fue elevado al rango de cardenal-obispo en 2018 y elegido vicedecano del Colegio Cardenalicio en 2020.
En el corazón de la maquinaria vaticana, el cardenal Sandri no es inmune a la polémica. En 2020, el ex nuncio arzobispo Vigano, convertido en adversario del Papa Francisco desde su jubilación, le acusó, por ejemplo, de haber encubierto los crímenes de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, mientras era nuncio en México.
Maestro de sus archivos y dotado de una gran memoria, el cardenal Sandri dirige el dicasterio para las Iglesias orientales con cierta discreción. Tuvo algunas dificultades, en particular en marzo de 2022, cuando los católicos indios de rito siro-malabar quemaron su efigie en protesta por un desacuerdo con Roma sobre su liturgia.
El prelado argentino se retiró finalmente el 21 de noviembre de 2022, y el Papa Francisco nombró sucesor al arzobispo italiano Claudio Gugerotti.