El nacimiento de un hijo es un acontecimiento que colma de alegría a los padres y al resto de la familia, porque se trata de la llegada de un nuevo ser que traerá consigo sus propias vivencias, personalidad y dones, que permiten a quienes lo rodean maravillarse de la perfecta creación de Dios.
Por eso, cuando no se tiene la posibilidad de engendrar, una bellísima forma de ser padres siempre será la adopción, una muestra inmensa de generosidad y de la capacidad que Dios nos ha dado para donarnos a los otros.
San Ramón Nonato
Celebramos su fiesta el 7 de enero. Es patrono de las embarazadas, de los padres que desean tener un hijo, de quienes desean adoptar, de los bebés en el vientre materno.
Nació por cesárea, después de morir su madre en España, en 1204. Perteneció a los Mercedarios que rescataban cautivos de los mahometanos en Argel. Fue enviado a pagar rescates y cuando se le acabó el dinero, se ofreció como remplazo de más prisioneros. Lo atormentaron por predicar en tierra de musulmanes hasta que fue rescatado. Fue cardenal y vivió pobremente, muriendo con solo 36 años.
Oración
Querido San Ramón: así como defendiste la vida de las mujeres y varones de tu tiempo, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Padre. Que recibamos la gracia de ser testigos de la vida.
Que podamos engendrarla, que podamos comunicarla. Que podamos construir una familia al servicio de la vida. Amén.
Himno a san Ramón
Bendice, Señor y fortalece con tu gracia divina y tu amor a quienes tienen la dicha de ser padres del corazón.
Bendice, Señor y fortalece la súplica que te presentan hoy, y puedan tener en sus brazos al hijo que engendrará el amor.
Patrono de la vida y de amor, bendito eres por siempre san Ramón, la mano salvadora del Señor en tu vida se nos manifestó.
Bendice, Señor y fortalece a las madres que darán a luz, y en medio de temores y ansiedades experimenten la ternura de Jesús.
Bendice, Señor y fortalece a estas madres que viene hasta Ti, concédeles que el hijo que esperan en tu amor, hallen la luz para vivir.
Bendice, Señor y fortalece estos niños que son fruto del amor, se alimenten con la vida de tu Hijo y se amparen en la Madre del Amor.
Bienaventurado san Ramón Nonato, que gozas de la presencia de Jesús y de su Madre en el cielo; que tu protección nunca nos abandone, guíanos por el camino del bien, siendo fieles a Dios y sirviéndolo siempre con alegría, para que muy unidos a Él, aquí en la tierra, podamos gozar de su presencia en el cielo. amén.