Las familias viven con las consecuencias del pecado original, cargan con el peso del pecado y lo que esto implica, por lo que podemos ver heridas notorias.
Thomas J. Olmsted -obispo emérito de Phoenix, Arizona- menciona en el libro Complete my Joy cuáles son los tipos de sufrimientos en las familias y cómo podemos sanarlos a través de la gracia de Cristo.
Los sufrimientos más comunes de las familias
Monseñor menciona que los sufrimientos más comunes, provenientes del pecado original: son infertilidad, discapacidad y muerte. Estos tres sufrimientos causan un dolor tan fuerte en las familias que, si no se cuenta con una base cristiana, puede derrumbar el entorno familiar.
Sobre todo, el obispo hace una mención especial en el hecho de que actualmente hay una cultura de la muerte que puede causar demasiado dolor para los matrimonios que buscan seguir lo que dice la Iglesia; la cual se refleja de la siguiente manera:
1aborto y eutanasia
Han sido promovidos en las últimas décadas como una "solución" ante el sufrimiento, cuando en realidad es parte de la mentalidad anticonceptiva que busca frenar la creación de familias y el amor.
2Violencia
La violencia ha ido creciendo con el tiempo. El aumento de inseguridad puede generar rechazo al prójimo, indiferencia y temor.
3Materialismo
La sociedad prioriza los objetos materiales, la obsolescencia se vuelve cotidianidad y se busca estar siempre en tendencia.
4Pornografía y liberación sexual
Actualmente, los sitios que son perjudiciales para la persona son más accesibles que nunca. Sus contenidos cosifican a los participantes y envenenan el pensamiento del espectador.
5Identidad y orientación sexual
Los movimientos políticos están promoviendo ideas que atentan contra la esencia de la persona. Se ha buscado confundir a los niños con ideas de la ideología de género.
6El uso excesivo de la tecnología
Los integrantes de la familia dan más peso a lo que encuentran en los dispositivos móviles, ya que estos pueden ser adictivos y causar la pérdida de habilidad social.
La receta para defenderse del dolor y mantenerse unidos
Estos sufrimientos pueden hacer que los integrantes de la familia caigan en un sentimiento de abandono que los lleva a identificarse con lo que mencionó Jesús: "Padre, padre, ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27, 46). Sin embargo, la realidad es que Dios está siempre presente, incluso en los momentos donde sentimos soledad (véase Is 41, 10-13).
El obispo señala que para que una familia supere estos dolores, pero sobre todo, se defienda de ellos, se pueden seguir estos pasos que ayudarán a mantener la familia unida:
1Perdonar
Es una tarea clave para remediar las heridas. No es un sentimiento, es una decisión. En tu oración puedes pedir que el Señor te permita perdonar al tiempo de Dios.
2Recordar que Dios tiene un plan divino
El Señor te concedió tener una familia por un propósito específico. Cada hijo debe expresar ese amor que solo viene de Dios; un amor que ama y ayuda al prójimo.
3El sufrimiento debe estar unido a la cruz
Nosotros, como católicos, no huimos de la cruz, sino que la abrazamos para acompañar a Cristo y entregarle nuestros dolores. Él nos dará el consuelo que necesitamos.
4Asistir a los sacramentos
Confesarnos y recibir la Eucaristía puede ayudarnos a ser más receptivos al sufrimiento que no comprendemos pero que nos santificará.
5Consejeros católicos
Es importante dejarse guiar por familias que sean ejemplo para nosotros, así como de religiosos que nos pueden ayudar a tomar decisiones que ayuden a fortalecer el lazo espiritual.
El ejemplo de Luis y Celia Martín
Los padres de santa Teresita del niño Jesús son un gran ejemplo de hacer de un sufrimiento familiar un milagro precioso. Ambos tuvieron deseos de ser religiosos y, después de no poder hacerlo, tuvieron cinco hijas que decidieron ser monjas.