El Papa Francisco identificó tres defectos humanos que destruyen la fraternidad: "la falta de comprensión de los demás, la incapacidad de escuchar y la falta de flexibilidad intelectual".
Advirtió de estas tres cuestiones en un mensaje publicado el 4 de febrero de 2024 y dirigido a los participantes en el IV Congreso Internacional de PLURIEL, la Plataforma Universitaria de Investigación sobre el Islam, que se celebra en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).
"En una época en la que la fraternidad y la convivencia se ven cuestionadas por las injusticias y las guerras […] Las raíces de estos males son tres: la incomprensión del otro, la falta de escucha y la falta de flexibilidad intelectual", dijo el Papa. "Tres defectos del espíritu humano que destruyen la fraternidad y que es necesario identificar adecuadamente si queremos redescubrir la sabiduría y la paz".
El Congreso PLURIEL, de cinco días de duración, concluyó el 6 de febrero, tras reunir a unos 190 investigadores de 25 países diferentes, todos ellos especializados en distintas áreas de estudio sobre el Islam. El encuentro de este año se ha centrado en el impacto del Documento de la Fraternidad Humana, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Sheikh Ahmed al-Tayeb, en 2019.
Este documento histórico es una pieza central del diálogo del Pontífice con el Islam y su promoción de la fraternidad humana. En un mundo afectado cada vez más por guerras y conflictos, el Papa quiere que seamos conscientes de lo que aleja a las personas unas de otras.
1FALTA DE COMPRENSIÓN DE LOS DEMÁS
El Papa Francisco animó a sus lectores a construir relaciones sólidas basadas en la educación, el diálogo y la comprensión. "Los problemas de hoy y de mañana seguirán siendo irresolubles si no llegamos a conocernos y valorarnos, y si permanecemos aislados", subrayó.
"Si no queremos construir una civilización del antihermano, donde 'el otro diferente' sea vagamente percibido como enemigo, si por el contrario queremos construir ese mundo anhelado donde el diálogo sea asumido como camino, la colaboración conjunta como conducta ordinaria, el conocimiento mutuo como método y criterio, entonces el camino a seguir hoy es el de la educación para el diálogo y el encuentro."
"La paz sin una educación basada en el respeto y el conocimiento del otro no tiene valor ni futuro", advirtió el Papa.
Añadió que "la inteligencia humana, por su parte, es fundamentalmente relacional" y solo puede florecer si permanece curiosa ante otras realidades y puede comunicar sus pensamientos.
2FALTA DE ESCUCHA
"La falta de escucha es la segunda trampa que mina la fraternidad", continuó el Papa, subrayando que si no se dedica tiempo a escuchar a la persona que es diferente, entonces es difícil comprenderla.
"Crear espacios donde se puedan escuchar opiniones diferentes no es una pérdida de tiempo, sino una ganancia de humanidad", escribió el Pontífice. "Para debatir hay que aprender a escuchar, es decir, a callar y a ir más despacio, en contraste con el rumbo actual de nuestro mundo posmoderno, siempre agitado, lleno de imágenes y de ruido."
"Debatir sabiendo escuchar y sin ceder a la emoción, sin miedo a los 'malentendidos', que siempre estarán presentes y forman parte del juego del encuentro con los demás, es lo que nos permitirá alcanzar una visión común pacífica para construir la fraternidad", prosiguió.
"Cuántos males se evitarían si hubiera más escucha, silencio y palabras verdaderas a la vez, en las familias, en las comunidades políticas o religiosas", escribió el Papa, citando a Santiago (1,19-20), que dice ser "pronto para oír, lento para hablar".
3Falta de FLEXIBILIDAD INTELECTUAL
Para poder debatir de forma pacífica se necesita también "flexibilidad intelectual", escribió el Papa como tercera y última cuestión a tener en cuenta. "La educación y la investigación deben tender a que los hombres y mujeres de nuestros pueblos no sean rígidos, sino flexibles, vivos, abiertos a la alteridad y fraternos", añadió.
También explicó que el diálogo no debe "limitarse a discusiones en torno a una mesa", sino que debe promover el entendimiento y la búsqueda de un terreno común. "Queridos hermanos y hermanas, ¡hagamos que nuestro sueño de fraternidad en paz no se limite a las palabras!".
"No tengáis miedo de salir de vuestras disciplinas, seguid siendo curiosos, cultivad la flexibilidad, escuchad al mundo; no tengáis miedo de este mundo, escuchad a vuestro hermano al que no habéis elegido pero que Dios ha puesto a vuestro lado para enseñaros a amar", escribió.