El domingo, los 49ers de San Francisco se enfrentaron a los Chiefs de Kansas City en el Super Bowl LVIII. Si bien todos los medios están hablando de la victoria de los Chiefs -o del romance de Travis Kelce con Taylor Swift- hay otra estrella en el equipo contrario que tiene talento y fe: el corredor Christian McCaffrey.
Este jugador es un católico devoto que declara abiertamente que la fe es muy importante para él y atribuye gran parte de su éxito a su fe inquebrantable. Como informó el San Francisco Chronicle , el jugador de 27 años comparte abiertamente que recurre a la oración tanto en el banquillo como en la reunión previa, buscando no solo la oportunidad de jugar honorablemente, sino también pidiendo por el bienestar de sus compañeros y oponentes.
Cuando tienes un grupo de personas cantando tu nombre, es importante que le devuelvas el honor y la gloria a la persona, Dios, que me permite hacer esto”
Proveniente de una familia profundamente arraigada en el atletismo y habiendo asistido a una escuela primaria católica, el camino de fe de McCaffrey ha sido parte integral de su vida dentro y fuera del campo. Incluso durante sus años universitarios en Stanford, el jugador de fútbol dejó saber que su dedicación al juego iba más allá del fútbol, impulsado por su fuerte fe en Dios.
Fe fuera del campo
McCaffrey ha sido dos veces Pro Bowler y ha recibido el premio al Jugador Ofensivo de la Semana de la NFC, por lo que su impacto en el campo es innegable. Su influencia se extiende más allá del juego en sí; con frecuencia comparte versículos de la Biblia en las redes sociales, como comparte Sports Spectrum, ofreciendo atisbos de sus convicciones espirituales y la paz que encuentra al rendirse a Dios.
Compañeros de equipo como el quarterback Brock Purdy dan fe de la influencia positiva de McCaffrey en el equipo. Purdy reconoce al corredor como un faro de fe cristiana y compañerismo, y subraya la importancia de tener compañeros creyentes en los que apoyarse en medio de los rigores del fútbol profesional. "Tener compañeros que creen en el Señor y que pueden ayudarte y aportarte sus experiencias y todo lo demás, me parece algo enorme", reflexiona Purdy.
Entregarse a Dios
Para McCaffrey, entregarse a Dios no es sólo un gesto; es una fuente de fortaleza y consuelo. Como explicó en una entrevista con Queen City News:
"Cuando tienes un 'por qué', puedes soportarlo todo, y creo que cuando tu fe es fuerte, cuando entiendes lo que está pasando en tu vida… simplemente te diriges a Dios y te rindes. Para mí, el peso más grande que me quité de encima fue esa palabra, seguir diciéndome: 'Ríndete'. No tienes el control tanto como crees, y eso es un regalo".