Sebastián Gili Vives es conocido por su pulcra gestión al servicio de los necesitados, entre ellos centenares de bebés y niños abandonados en Mallorca en el siglo XIX.
El pasado 24 de enero de 2024, el Vaticano reconoció las virtudes heroicas de este sacerdote español fundador de la congregación de las Agustinas Hermanas del Amparo.
Sus hijas espirituales recibieron la noticia llegada del Vaticano con "una explosión de alegría y agradecimiento al que tanto hizo por nosotras", explican en su web.
¿Quién era este ilustre sacerdote?
Sebastián nació en la localidad de Artá el 16 de enero de 1811 en una familia cristiana dedicada a la agricultura. Pronto se sintió llamado a ser sacerdote y, después de realizar sus estudios, fue ordenado en Ibiza.
Trabajó en parroquias de Palma mostrando ya una integridad y responsabilidad extraordinarias, con la sencillez y naturalidad que le caracterizaron siempre.
Dedicado a los niños pobres
En aquellos años, el rechazo social de los hijos nacidos fuera del matrimonio llevaba al abandono de muchos bebés. Para ellos, se fundó la casa de expósitos de Palma a finales del siglo XVIII. Años más tarde, en 1844, el gobernador civil encargó a Sebastián Gili la administración de esta inclusa.
El sacerdote la renovó totalmente. Pasó de acoger 250 a 578 menores de 6 años. Y su gestión permitió reducir drásticamente la mortalidad de los niños y proporcionarles una excelente educación y una casa ordenada, limpia y bien organizada.
Fundación de una congregación
Sebastián percibió que a los niños les ayudaría más contar con personas que se vincularan a ellos con una relación más allá de lo laboral. Por eso, pensó en fundar una congregación de religiosas: las Agustinas del Amparo.
Entre las primeras había niñas criadas en la misma casa de acogida, que pasaban de alguna manera a "devolver" el amor que allí habían recibido.
Él las instruyó y guió con su ejemplo y con consejos como estos: "Aprended amadas hijas a mirar únicamente a Dios en todas las cosas, a respetaros y amaros tiernamente en Dios y por Dios, a cumplir fielmente vuestros cargos por Dios, a acatar y sostener la autoridad de Dios en todas las personas que la representen y así, fácil será el mandar y mucho más el obedecer".
En los años siguientes, Sebastián se hizo cargo de la inclusa, el hospital y la Casa de Misericordia. Con él mejoró la atención que allí se daba a los huérfanos, los pobres y los enfermos respectivamente.
Destitución y expansión de la congregación
En el año 1868 se instauró la República en España y el sacerdote fue destituido de todos esos cargos sin previo aviso.
Tras 24 años de entrega a favor de los necesitados y promoción de obras sociales, decidió dedicarse totalmente a la congregación, que comenzó su expansión.
El 11 de septiembre de 1894, Sebastián Gili Vives falleció a los 83 años. Dejó 113 Hermanas del Amparo en 18 casas de la congregación.
El ayuntamiento de Palma le proclamó en 1997 Hijo adoptivo de la ciudad, y le dedicó una calle, por su entrega a los humildes y marginados, especialmente a los huérfanos.
Él era consciente del origen de su fuerza y de la fecundidad de su servicio. En palabras suyas:
Grande es el poder de la gracia que hace obrar tantos portentos a la caridad".