Novena a San José, quinto día

Oh san José glorioso, digno de todo honor, esposo de María, guardián del Salvador. Por tus ruegos, oh san José, mil favores alcanzaré.

San José, purísimo esposo de la Virgen María, humildemente te pedimos que nos alcances una verdadera devoción hacia nuestra cariñosa madre, maestra y reina. Quiso Dios asociar tu misión a la de María. Participaste con ella en las mismas penas y alegrías, sobresaliendo los dos en virtudes y méritos, íntimamente unidos en la mente y en el corazón. San José, ruega por los padres y madres de familia. Obtennos la gracia de conocer, imitar, amar e invocar siempre a la Virgen santísima; que todas las almas se acojan a su corazón de madre.
Amén.

San José, ruega por nosotros

San José, cooperador fiel en nuestra redención, compadécete de nuestra sociedad todavía envuelta en tantos errores y tantos males. Dócil instrumento en las manos del Padre celeste, todo lo dispusiste para el nacimiento, infancia de Jesús, y su preparación como víctima, sacerdote y maestro de los hombres. Oh Santo dócil a la voluntad de Dios, obtennos celo por la vida, por nuestra familia, concede a los padres de familia correspondencia generosa y constante al ministerio de la paternidad. Amén.
(Beato Santiago Alberione)

San José, ruega por nosotros

San José, sabes que es difícil ser padre de familia coherente y cristiano. La paternidad es un ministerio y es un misterio; una participación de la obra de Dios. Este privilegio de ser Padre, pasa a través del matrimonio, y entonces, la paternidad es una bendición constante de parte de Dios.

San José te contemplo como padre de familia, y encuentro en ti los elementos para el verdadero matrimonio: unión indivisible, unión de corazones, de consenso, de diálogo.
Ya es tiempo que los padres de familia descubran en el ministerio de la paternidad un don, un compromiso, un servicio, una alegría, una realización.

Es urgente que los matrimonios cristianos, los gobernantes, protejan la vida, la familia, el sacramento del matrimonio, porque es el futuro de la sociedad.

Procuraré mantener vivo el ministerio de la paternidad responsable en mi hogar. Cuidaré que mi matrimonio sea indisoluble e indivisible, viviré en unidad, diálogo y consenso familiar. Trataré de ser testimonio y ejemplo de vida matrimonial.

San José, nunca se escuchó que alguien que te haya invocado no haya sido consolado. Con esta confianza, vengo a ti y fervorosamente me confío a tu positiva respuesta. Te pido que protejas a mi familia, a su economía, para que nunca le falte el pan de cada día.

Te pido por los trabajadores, para que nunca les falte un trabajo digno y remunerado según la justicia, te pido por los padres de familia para que cultiven y transmitan a sus hijos los valores cristianos que los sostengan en la vida; te pido por los emigrantes y por los que están lejos de nuestra Patria, por la Iglesia universal, por el Papa, los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. 

San José escucha la petición que ahora te presento y me agobia (Pida la gracia que desea obtener). Te pido que, si es para mi bien, la presentes a Dios, pues por tu intercesión, oh San José, espero recibir esta gracia.

Amén

Padre nuestro. Ave María. Gloria al Padre…

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

(Tomado de la Novena a San José, de P. Guillermo Gándara Estrada ssp, ediciones paulinas)