“Cada vocación es un ‘diamante en bruto’ que hay que pulir, trabajar, al que hay que darle forma en todas sus caras”, declara el Santo Padre Francisco en El video del Papa de este mes. En su videomensaje, difundido por la Red Mundial de Oración del Papa, Francisco dedica su intención de oración por la formación de las religiosas, los religiosos y seminaristas.
La vida comunitaria es una escuela de santidad
La vida en comunidad es un aspecto central de la vida de un religioso, religiosa o sacerdote. Para el Papa, este es uno de los puntos clave en la formación y preparación para quienes responden a esta vocación. En ese sentido, reflexiona que, si bien esa experiencia puede ser “enriquecedora”, a veces también “puede ser difícil”, y comenta: “Porque no es lo mismo vivir juntos que vivir en comunidad”.
Para Francisco, vivir y relacionarse con los demás no es fácil a veces, pero la vida comunitaria es siempre una escuela de santidad donde uno crece en las diversas virtudes humanas y aprende a ir más allá de sí mismo.
Es precisamente la vida comunitaria la que juega un papel central en las imágenes de El Video del Papa de este mes, que acompañan las palabras de Francisco: desde los partidos de baloncesto hasta las comidas juntos, pasando por los momentos comunes de oración y estudio, y por supuesto la Eucaristía y el servicio a los más pobres, todo joven seminarista, religioso o religiosa fortalece su vocación en el compartir experiencias y en la confrontación constante con los demás.
Los años de formación son muy importantes en la preparación de toda persona consagrada, y las escenas de vida filmadas en la Arquidiócesis de Los Ángeles -que ha participado en la producción de este video- relatan la belleza de la misma, subrayando varios aspectos del mensaje del Papa: sobre todo, el concepto de que la formación es un camino continuo, y que, como repite el Santo Padre:
Un buen sacerdote, una monja, deben ser primero de todo un hombre, una mujer formados, trabajados por la gracia del Señor".